Me viene estupendo. Tengo mirado un ático-duplex en el Paseo de la Habana que de aquí a dos o tres meses será mío por ¿30.000 euros? ¿50.000?. Eso suponiendo que el dueño no se suicide antes y los herederos, desesperados, decidan malvenderlo ante la inminente (catastrófica, agónica, espeluznante) bajada de precios que vamos a presenciar (Walki dixit). ¡Viva el estallido!