Aunque un poco tarde desde que se publico esta pregunta pero, aqui va mi opinión:
Nuestra perrita, una American Stanford llamada Miami, era de mi hija, y quiero compartir lo que pasó para que cada uno lo valore y tome sus precauciones e intentar que esto no vuelva a pasar:
Siendo un bebe de un mes entro en casa, la queríamos, la educábamos y seguíamos los consejos de su veterinario. Mi hija y nosotros coincidíamos en fechas de vacaciones, con dos vacunas puestas ya tenía protección para evitar graves virus, su veterinario nos recomendó ya que no teníamos donde dejarla, la residencia SOLYCAN de San Sebastián de los Reyes (Madrid), la llevamos allí después de preguntar si admitían cachorros y nos dijeron que tranquilos que la perrita no iba a tener contacto con otros perros y que la iban a cuidar y que nos avisarían ante cualquier incidencia, diciendo esperemos que no se coja nada, nosotros pensando en un poco de diarrea como alguna vez había pasado, pero curable.
El día décimo íbamos a recoger a la perrita de tres meses y medio y el gerente de la residencia nos llama por teléfono diciendo que no está allí Miami que esa mañana la habian llevado al hospital, la clínica Los Angeles (en Madrid, Ciudad de los Angeles) porque había cogido un virus muy malo, un parvovirus, diciéndome por teléfono que es que era una locura dejar a un cachorro tan pequeño en una residencia, contestándole yo, que eso no fue lo que el nos dijo cuando la dejamos, luego se disculpó.
Nos encontramos a Miami con suero, super delgada y dentro de una jaulita del hospital, ¡qué pena tan grande!, el doctor nos dijo que era ese virus (parvovirus) y que si que podía ser que en una noche estuviera tan malita, con diarreas de sangre y vómitos de virus, le ataca al estomago y que normalmente no cogían cachorros en esa residendia. Nos dijeron que nos la teníamos que llevar y volver al día siguiente pero nosotros la llevamos a su veterinario, la atendió, parecía que en un día estaba mejor, pero siguió y siguió vomitando y con diarrea hasta el último día de su vida, solo con suero y antibióticos. Fueron unos días horribles, con idas y venidas del veterinario para que no se deshidratase, se quedó todo un día con su veterinario y ya nos dijo que no tenía defensas, que había hecho todo lo que había podido, pero que probablemente no duraría ni una noche más. Pero pasó toda la noche, estuvimos pendiente de ella, limpiando todo lo que echaba, queriéndola, haciéndola sentir que todo estaba bien, que no era culpa de ella, que la queríamos ahora y para toda la vida.
A las 8 de la mañana habíamos quedado con su veterinario, vivía aun sí, pero viendo sus ojitos y su estado sin ninguna fuerza, sabíamos que probablemente iba a morir, su veterinario nos avisó a la media hora que ya había muerto nuestra perrita de tan solo tres meses y medio.
Para nosotros, se ha convertido en eterna, nunca la olvidaremos, sobre todo mi hija que cuando volvió de su viaje nunca más la pudo ver ni acariciar, ese mismo día había pasado a otro estado.
Creemos que ni su veterinario, aunque hizo todo lo que pudo y más, ni la residencia, nos informaron correctamente, lo que les importaba en ese momento era el dinero nada más.
La residencia SOLYCAN y el hospital los Ángeles estaban totalmente compinchados, se tapaban mutuamente, pudimos denunciar, pero era alargar el sufrimiento para mi hija. El veterinario que inicialmente decía que no era solo culpable la residencia, finalmente nos dijo que había llamado al gerente para mostrar su total desacuerdo con lo que había pasado y amenazándole con denunciar, cosa que claro, nunca hizo, pero al menos quiero que todos lo que tenéis perros o los vayáis a tener, procurar no dejar a un cachorro en residencia aunque su veterinario y la residencia te hagan pensar que no pasa nada.
Creemos que en la residencia a Miami no la trataron como una cachorro y no tenía las condiciones de cuidados e higiene que necesita un cachorrito, el parvovirus, si no desinfectan bien permanece en una piedra, en un comedero o en la caca de otro perro y además que no actuaron rápido cuando la vieron triste y que no quería comer, la dejaron toda la noche sin cuidados vomitando y sola, sabiendo lo delicado que puede ser. Si, el de la residencia nos decía que lo sentía mucho, que el nos conseguía otro perrito, pero Miami solo hay una, poco a poco veremos si coger otro perrito.
Gracias a los que me hayan escuchado.