Hola a todos los que amamos a nuestros perros. Simplemente quiero contaros desde la tristeza, la trágica experiencia que hemos sufrido tras llevar a nuestro perro, RUFO, a la Clínica Veterinaria Sanchinarro el pasado día 10 de mayo. Mi perro estaba muy raro, sin comer, sin ganas de nada, apenas andaba, con mareos, arcadas y con una respiración profunda y repetida. Lo llevé sin dudarlo a la Clínica, a la cual había acudido anteriormente para cortes de pelo. El diagnóstico que nos dieron tras examinar a Rufo durante una hora fue que tenía EMPACHO y le diagnosticaron PRIMPERAN para los vómitos. Horas después los síntomas seguían siendo los mismos y decidimos llevarlo a Urgencias en Avenida del Mediterráneo, RUFO MURIÓ media hora después de su ingreso en la misma. La Veterinaria nos dijo que el perro estaba catatónico, agonizando y que en ese estado el perro no podía vivir. Murió de una parada cardio-respiratoria del shock, ya que el animal no podía soportar más la agonía. En urgencias le hicieron una placa de torax, donde se observó que el perro tenía un DERRAME PLEURAL. Al día siguiente, fuimos a la clínica para reclamar. Nos atendió el gerente (un señor bajo y calvo), al cual le sobró arrogancia y prepotencia para decirnos que ellos hicieron el trabajo muy bien hecho. Ni siquiera se dignaron a devolver el importe de la factura, simplemente escuchamos una serie de excusas propias de una persona que carece profundamente de profesionalidad y carisma. Su desidia y arrogancia nos hizo abandonar la Clínica e irnos al Bar de al lado para rellenar la Reclamación FORMAL. Tenía 9 años, pero con una vitalidad propia de un cachorro y, quién sabe, quizá no se habría salvado aunque en urgencias dijeron que podía haber sobrevivido pero que lo cogieron muy tarde. La única razón por la que escribo un comentario aquí es PARA QUE AL MENOS USTED PUEDA SALVAR AL SUYO