Se supone que para el año que viene estarán las nuevas instalaciones. La verdad es que a mi no me incomoda tanto el lugar donde están ahora. Es cierto que preferiría el nuevo colegio, con sus canchas, piscina... pero los niños ahora son peques y están más que felices con su arenero, su minirocódromo y su huerto.
Las clases están bien aisladas, con su aire frío en verano y calor en invierno. Como pudimos pasar varios días a compartir con ellos la jornada pude comprobar que se está agusto.
Vamos que prefiero el cole nuevo pero no me preocupa si aquí tienen que estar unos meses más o menos.