A ver si con el cambio de sitio les acompaña un cambio en la atención y empiezan a atenderte como a una persona porque el 90% de las veces que he ido me han atendido casi sin mediar palabra, hablando por el móvil o saliendo de mala gana de la "trastienda"...
Un día puede pasar, pero...¡¿todos?!
Es el mismo chico siempre, uno de unos treinta y pico-cuarenta alto, moreno.