Estoy muy sorprendida por los comentarios negativos, mi experiencia es totalmente positiva, llevé a mi hija el curso pasado, llegamos un poco de rebote ante la falta de plazas en la zona en la que vivimos y puedo decir que fue una suerte que nos admitieran, a pesar de no vivir en Las Cárcavas y tener que desplazarnos en coche volvería a repetir con los ojos cerrados.
Las profes son muy cariñosas y están en todo momento pendientes de las necesidades de los niños, son cercanas y puedo asegurar que también educan, comen solitos, mi hija tenía problemas para dormir sola y allí la enseñaron a dormir sin chupete y a respetar el sueño de los demás niños si ella se despertaba. Cuando la vieron preparada, nos animaron a quitar el pañal con el trabajo que eso supone para ellas.
En cuanto a las instalaciones, aulas grandes y luminosas, los patios están diferenciados y acceden directamente desde su aula, un tema que a mi me preocupaba por seguridad, tienen sala de usos múltiples donde organizan actividades con los papás, yo fui a una clase de psicomotricidad con mi hija y lo pasamos genial, y precisamente con la decoración es todo lo contrario a gris, están continuamente cambiando y haciendo partícipes a los niños ya que muchas veces son ellos mismos los que la decoran. En San Isidro, montaron en el pasillo central un puestecito de rosquillas (elaboradas por las propias cocineras) y a la salida repartieron zumos y rosquillas para todos, en el día del libro pusieron una pequeña biblioteca con cojines en el suelo donde sentarte a leer con ellos, por Navidad fueron los Reyes Magos y repartieron regalitos a los niños (incluidos hermanos que no estaban en el centro).
En resumen, el año que estuvo mi hija iba feliz y a día de hoy sigue hablándome de su "cole de pequeños" y de Sara, su profe.