Una vez más, cuando llega diciembre aparecen las patrullas de la Policía Municipal asentadas en la calle de El Corte Inglés, constantemente, para garantizar que nadie aparca indebidamente en rotondas y carriles de circulación. Reitero, son agentes de Policía Municipal, que los pagamos usted y yo, los que arbitrariamente deciden velar por la corrección junto al centro comercial, pero que pasan olímpicamente de hacer lo mismo apenas 50 metros más allá. Y ya ni hablar de Sanchinarro como barrio en general, donde sabemos que en Príncipe Carlos, rotondas o cruces, la gente aparca donde le apetece, sin importar cerrar a otro coche o impedir la visibilidad del tráfico, creando auténtico peligro.
Pues bien, a mí esto me parece una vergüenza. Y si esta es la seña del nuevo equipo de gobierno… Nos hemos quedado igual (esto ya ha sucedido otros años).
Vergonzoso