Esto me ha recordado que cuando era, ¡ejem!.... joven, me explicaron que esa era la ideología de la Mafia: “La seguridad se paga……. y sale mas barata que tener policía”
Veamos Cris, partimos del hecho de que a mi me la trae al pairo si esperas a que se cierren las puertas o no, al fin y al cabo, cada uno puede tener todo el miedo que quiera y por supuesto, no tienes ninguna obligación de velar por la seguridad ni los intereses de tus vecinos. Como digo, no seré yo quien critique ese comportamiento.
Pero lo que no acabo de entender es tu razonamiento. Primero dices que (cito)
“ Que entre alguien, seguramente un delincuente en cuyo caso yo al verle entrar: que hago exactamente? porque pensar que la presencia de una persona de 1.60 y 50 kilos le va a hacer huir me parece mucho suponer...lo más seguro es que no le impresione lo más mínimo y entonces que me queda? el enfrentamiento con un delicuente en el garaje? la verdad, no estoy por la labor.”
Para a continuacion decir (cito de nuevo)
“ Con quien no estoy de acuerdo es con que si me da más miedo encontrarmelo detrás de una columna; si una persona viene a robar un coche o similar, pasará y se esconderá...no creo que una vez dentro vaya a provocar el enfrentamiento, no va a eso. Yo lo siento…..”
Entonces ¿en que quedamos Cris? ¿Va a enfrentarse o no va a enfrentarse?, porque me da la sensación de que tu tampoco lo tienes claro.
Te lo voy a decir yo: El delincuente siempre va a tratar de evitar el enfrentamiento, pero si este se produce, casi nunca se va a “achantar”. Es decir, si va a tratar de entrar en la finca lo hará siempre sin que nadie le vea, porque lo que teme, no es el enfrentamiento (que también) sino la identificación y eso, supongo que estarás conmigo, lo puede hacer igual una persona de 50 ó de 100 kilos.
Ponte en situación: El delincuente espera en la puerta fumándose un cigarrillo. Se abren las puertas y sale un coche. No se ve muy bien pero la persona del interior del vehiculo parece una mujer de unos 55Kg, así que el delincuente tira la colilla al suelo y, con las manos en los bolsillos entra en el garaje tan campante. La muchacha llama a casa de su cuñado que casualmente acaba de llegar de trabajar y es policía nacional, sin contar con que casualmente su suegro acaba de bajar de Burgos del coto de caza y ha parado a hacerles una visita. Suegro y cuñado, el uno con pistola y el otro con la escopeta entran en el garaje y sorprenden al delincuente robándome el “casete” (suponiendo que alguien a estas alturas lo deje en el coche) de ¿95 euros? ¿para venderlo por……… 40? Yo (delincuente habitual) esperaría a que saliese alguien que no esperase a que se cerrasen las puertas. La ventaja de robar “arradios” en un garaje frente a hacerlo en la calle es que tienes mucha mas tranquilidad para hacerlo (si no te han visto entrar, naturalmente) y que las posibilidades de que alguien deje algo en el coche son mayores precisamente por la falsa sensación de seguridad que proporciona tener el coche bajo techo.
Pero veamos otra situación: El delincuente observa que la persona de 50 Kg detiene el coche y espera a que se cierren las puertas. ¿Qué hace? ¿se acerca al coche y le da una paliza aprovechándose de la superioridad fisica? ¿le hace un ¡¡¡Uh!!! por la ventanilla para asustarla y que se vaya? ¿la mata directamente? Yo en el pellejo del delincuente no haría ninguna de las tres cosas ¿y tu?
El peligro de esas situaciones, no esta en el momento en que el delincuente esta en la calle esperando a entrar. Sus opciones son muchas y la del enfrentamiento es la menos cómoda y menos segura para el. Al fin y al cabo la persona de 45 Kg (cada vez esta más delgada) puede ser un policía municipal que va al turno de noche.
El peligro está en que la casualidad quiera que después de haber entrado sea sorprendido por alguien y por manos del diablo, el delincuente piense que lo mas fácil para él, es deshacerse del testigo y aquí si que el pesar mas de 100 kg y 1,88 de estatura te da alguna que otra opción a la hora de luchar por tu vida. Aunque la rapidez en la huida del de 40 Kg tampoco es una habilidad despreciable.
Piénsalo Cris y después (naturalmente) haz lo que te de la gana, al fin y al cabo ni te conozco ni voy a hacer nada por conocerte y tampoco te voy a regañar porque te vayas sin esperar a que se cierren las puertas, como te digo, me la trae al pairo.
Espero que los Reyes te hayan traído muchos regalos.
Saludos