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T
terranova15
07/08/2016 11:48

Mi vecino no para de acosarme

¿Puedo denunciar por mobbing o acoso a mi vecino propietario?

3.007 lecturas | 2 respuestas

Hola,estoy de inquilino en un local,la comunidad consta de unos 30 vecinos,el vecino en cuestión es el único propietario de todos,siempre desde que abrimos,nos comenzó a molestar,se quejaba por todo,si nuestra terraza está llena de cosas,que si hacemos ruido(es una tienda ) vamos le molesta todo,este señor vive en la segunda planta,yo e preguntado a los del primero,y me dicen que no tienen ningún problema con nosotros,no les molestamos,en una ocasión me rallo el coche,lo denuncie y gane,hace meses lo tuve que volver a denunciar porque me corta la luz y el teléfono,lo volví a deniciar pero al no tener testigos no lo condenaron,me ha denunciado varias veces al ayuntamiento,me está amargando mi estancia en el local,pero no quiero que se salga con la suya,puedo denunciar por mobbing o acoso? Tengo a vecinos de mi lado,a clientes que estaban presentes cuando entraba en l tienda a acosarme,e incluso nos han grabado en mi terraza con menores en ella,por favor ayuda!!

 
D
Damotilla
20/09/2016 17:52

Buenas tardes.

En relación a los vecinos «acusadores», estoy en una situación parecida dentro de mi edificio.

Mi pareja y yo llevamos dos años y medio en régimen de alquiler en un edificio de tres viviendas únicamente; nosotros vivimos en la vivienda situada en medio de las tres. Hemos tenido dos vecinos diferentes en la vivienda superior. Los primeros fueron una maravilla, nos llevábamos muy bien. Pero se marcharon por problemas con el casero. Los segundos montaban conciertos en casa, subían y bajaban las escaleras haciendo bastante ruido y si nos quejábamos, no nos abrían la puerta. Pero el problema no es ese, puesto que éstos últimos se marcharon también. El problema lo tenemos con los vecinos del piso de abajo. Son una pareja que tienen un bar de copas cerca del inmueble. Pocos días después de mudarse al inmueble, pusieron música a todo trapo en casa con las ventanas abiertas y pensé: «mal empezamos»; pero la cosa no pasó de ahí hasta los dos meses siguientes. Pasado ese tiempo, nos mandaron una circular en la que se nos acusaba de tirar porquería a su terraza exterior, y de meterles porquerías en el buzón y en el paragüero. Ahí empezó tanto mi cabreo como el de mi pareja, ya que ni siquiera se dignaron a venir a casa a hablar o preguntar si habíamos sido nosotros o los del piso de arriba o quien fuera. La cosa quedó así, pero vamos, que empezaron bastante mal. Hace cosa de unos meses, empecé a escuchar a alguien dando voces, insultando y arremetiendo. De hecho, no le di importancia porque no sabía de dónde venían esos gritos. Un día, por la mañana, a eso de las 12:30 de la tarde, yo estaba pasando el aspirador mientras mi pareja hacía la comida. Entonces, empecé a escuchar golpes y gritos. Al poco de terminar de pasar el aspirador, llaman a la puerta. Es él, diciendo de malas maneras a mi pareja que ya nos vale, que hacemos muchísimo ruido, y que nos dedicamos a correr por la casa y a dar portazos todo el rato; que él tiene migrañas y que es insoportable la convivencia. Mi pareja, de buenas maneras, le pidió que se tranquilizase. Que entendía que estuviese molesto, pero que nosotros no dábamos ni portazos ni íbamos haciendo carreras por la casa. La verdad, nos mosqueó bastante esa acusación. A los pocos días, nosotros empezamos a darnos cuenta de que sí, de que en el edificio anexo, había una niña (nieta de la propietaria) que corría y daba portazos, pero que a nosotros ni nos iba ni nos venía. Unas semanas más tarde, cuando escuchamos de nuevo a la niña corretear, mi pareja bajó y le dijo a los de abajo que escuchase, que no éramos nosotros, que era de la casa de al lado. A partir de ese  momento parecía que la cosa con ellos se había calmado. Pero ayer, como cada mañana, salí temprano de paseo, hice la compra, la subí a casa y, cuando bajaba para continuar mi paseo, la vecina abrió su puerta y me dijo: «Mira, que hemos oído a tu gato como tiraba las canicas en la zona del dormitorio». -esto a las 12:25 de la tarde- a lo que yo le contesté: «No tenemos canicas y además, vengo del dormitorio y no hay nada tirado por el suelo». Y ella me replica: «Es que se oye todo, ya sabes». Giré la cabeza y continué bajando las escaleras haciendo aspavientos. 

Nosotros, por lo que sea, nunca nos hemos quejado cuando ellos llegan a horas intempestivas de trabajar, procuramos no hacer mucho ruido, pero también tenemos que limpiar, poner lavadoras, etc. cuando tenemos tiempo, y eso suele ser por las mañanas. Esta pareja no trabaja los domingos, y no es la primera vez que organizan cenas con amigos en la terraza hasta bien entradas las doce de la noche. Nunca hemos llamado a la policía, aunque ganas no nos han faltado. Eso sí, a veces hemos golpeado el suelo para llamarles la atención porque no nos parecen horas para tener a gente vociferando en casa. 

No sabemos qué hacer ni qué decir, la verdad. Hemos optado porque, la próxima vez que nos llamen a la puerta, no contestar, y si nos paran en las escaleras, hacer oídos sordos. Estamos hartos ya. 

Perdón por el tostón, pero si no lo cuento, exploto. ¿Alguna sugerencia?

Gracias. Un saludo a todas.

 
B
Borni1974
08/08/2016 08:02

Policía, policía y policía. No hay otra solución.

 

Fin del hilo
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