Aunque una urbanización sea privada, las aceras y otros elementos comunes pueden estar sujetos a normativas municipales. Es posible que el Ayuntamiento tenga ordenanzas que prohíban el estacionamiento de vehículos en aceras, incluso si están dentro de una propiedad privada. Las aceras, por estar destinadas al tránsito peatonal, generalmente deben mantenerse libres de obstáculos, y su uso para el estacionamiento podría estar restringido por normativa municipal.
La policía local tiene la autoridad para intervenir en asuntos relacionados con la seguridad vial y el cumplimiento de las ordenanzas municipales. Si se considera que el estacionamiento en la acera pone en peligro a los peatones o incumple la normativa, la policía podría actuar, incluso si se trata de una urbanización privada. En algunos casos, la policía puede imponer sanciones o requerir que se restablezca el uso correcto de la acera.
Según la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), los acuerdos de la comunidad deben respetar la normativa vigente. Si bien un acuerdo adoptado por la comunidad puede ser difícil de impugnar después del plazo legal establecido (generalmente 3 meses), este acuerdo no puede contradecir las leyes o regulaciones superiores. Si se aprueba un acuerdo que permite el estacionamiento en una acera destinada al uso peatonal y esto contraviene la normativa municipal o autonómica, dicho acuerdo podría ser nulo de pleno derecho, independientemente de que el plazo para impugnarlo haya expirado.
Resumido:
Aunque la comunidad de propietarios pueda aprobar un acuerdo para permitir el estacionamiento en una acera privada, este acuerdo debe respetar las normativas locales. Si no lo hace, tanto la policía local como cualquier propietario afectado podrían tomar medidas legales.