Buenas. publico aquí el presente escrito en mi condición actual de presidente de una Mancomunidad de Propietarios integrada por 11 portales y 272 viviendas en Fuenlabrada, Madrid. Como ya sabrán, el pasado mes de agosto de 2020 quedó definitivamente aprobado el Real Decreto que obliga a las comunidades de vecinos a individualizar el consumo de calefacción, para que cada vecino costeara realmente el calor consumido. Para ser más concreto, hablo del Real Decreto 736/2020, de 4 de agosto, por el que se regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios.
Debo empezar diciendo que, a nivel particular, soy partidario de establecer un sistema individualizado de consumos, pero no así de los plazos fijados por el Gobierno que nos privan por la pandemia del margen de tiempo suficiente para debatir y aprobar en nuestras Juntas el cómo y el con quién se deberían llevar a cabo estas actuaciones, que significan un cambio importante en nuestro proceder, así como también en los costes que ello va a representar. Porque los “supuestos” ahorros que se ofrecen no dejan de ser futuribles aún pendientes de verificar… En cambio, el coste existe y este sí es real.
De sobra es conocido que pocos meses antes de la presentación del R.D. se presentó a nivel mundial, y sin invitación, la dichosa pandemia de la COVID-19, en febrero/marzo de 2020, y dejó necesariamente toda actividad en un suspenso obligado, y decretado en un Estado de Alarma a nivel nacional. El país entero se paralizó, y esta circunstancia nos llevó también a suspender nuestras Juntas Anuales y Extraordinarias; las que hubieran permitido realizar estos y otros debates. Pero por la orden gubernamental tuvimos que paralizarlas completamente. De hecho, ustedes lo saben bien, ha pasado ya más de un año de aquello y, a fecha de hoy, aún seguimos sin saber cuándo vamos a poder llevarlas a cabo, aunque ya no exista el Estado de Alarma.
Es por ello que me he permitido sugerir a las fuerzas políticas del país y representantes nuestros, que debatan la aprobación de una moratoria en los plazos establecidos en este Decreto Ley, porque seguro que comprenden que entre unas cosas y otras vamos a perder prácticamente dos años hasta comenzar a ver un poco de luz al final del largo túnel. En mi Mancomunidad en concreto, tanto mi secretario como yo su presidente, no hemos podido reunirnos en Juntas, al igual que ha sucedido en tantas otras comunidades. Por responsabilidad, y sin que nadie nos lo dijera, hemos prorrogado nuestros presupuestos y prolongado nuestros cargos al frente de ella para no dejar en desamparo a nuestros vecinos, en espera de dejar atrás la epidemia y la llegada de tiempos mejores.
En condiciones normales, la fecha en la que debería adaptarse nuestra Mancomunidad a esta contabilización nueva de consumos, por zona geográfica y tipo de edificación, debería ser el 1 de octubre de 2022 para no exponernos a posibles sanciones, que esa es otra por cierto… Como ustedes sin duda habrán percibido va a resultar muy, pero que muy complicado poder cumplir con ese objetivo, puesto que no sólo tenemos que informar a nuestros vecinos, y debatir después, de en qué consiste y por qué es conveniente su instalación, sino que también hay que hablar de inversión, costes y elegir empresas para llevarlo a cabo.
Pero es que, a más a más como dicen en Cataluña, la implementación correcta de ese sistema debe hacerse obligatoriamente durante los meses de primavera/verano, con la calefacción apagada y los circuitos de calefacción vacíos. Lo que nos lleva a descontar otros 6 meses más al ya escaso margen de tiempo disponible.
Porque lo de las Juntas Virtuales tipo ZOOM, o el envío de un escrito para firmar no lo veo viable. Para la primera opción se necesitan unos conocimientos y equipamientos que, por edad, no veo que la mayoría de mis vecinos los tengan; y en cuanto a la segunda, para mí no suple en modo alguno a una Junta de vecinos donde poder expresarse sin ambages y libremente, exponiendo pros y contras de las decisiones que se vayan a adoptar para todos. Sinceramente, no lo veo...
Nuestra Mancomunidad tiene más de 30 años, y creo que, si tenemos que afrontar este reto, que sin duda lo es, hora es ya de instalar no sólo el repartidor de costes, sino incluir en el paquete la válvula termostática con su cabezal, el detentor y los contadores de agua fría y ACS. Porque esto, junto a la migración que acometimos en 2016 adaptando nuestras calderas de Gasóleo a Gas Natural pondría nuestras instalaciones en un nivel óptimo y puntero. Pero no de esta manera.
Por eso, por nuestra Mancomunidad, y también por otras como la nuestra, creo DE JUSTICIA que, tanto desde las diferentes asociaciones como desde los grupos políticos, se abra el necesario debate para conceder moratorias en los plazos establecidos a priori, y poder afrontar así con total garantía estos nuevos retos que, sin duda, para nosotros lo son. Y pienso que no se nos debería imponer una adecuación a las leyes europeas “con calzador”, aprovechando la precaria y lamentable situación económica de nuestro país motivada por una pandemia mundial. Y en particular a las comunidades de vecinos; siempre arrastrando problemas económicos y cargas de todo tipo.
A quienes lo hayáis leído os agradezco el tiempo empleado en esta lectura, que no viene a ser nada más que un desahogo o el llamado “recurso del pataleo”.
En fin… Un saludo para todos.
P.D.: Esta misma reflexión la he compartido con los principales partidos políticos de nuestro país, así como a la Presidencia del Congreso de los Diputados, desde cuya Secretaría me informaron que dicho documento había sido remitido a las personas interesadas en este asunto, los presidentes de las Comisiones de Transición Ecológica y Reto Demográfico y de la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. También ha llegado a diferentes asociaciones de instaladores y diferentes empresas concernidas en este asunto. He de decir que, a día de hoy, sólo dos partidos políticos, y no de los principales, por cierto, han respondido hasta ahora a esta reflexión.