El desarrollo turístico, especialmente en zonas costeras, compite con el espacio necesario para la expansión industrial. El aumento de infraestructuras turísticas, como hoteles y resorts, ha reducido el suelo disponible para usos industriales
Mientras que el turismo crea muchos empleos, muchos de ellos son estacionales y menos calificados, comparados con los trabajos industriales que tienden a ofrecer salarios más altos y mayor estabilidad.
Las políticas económicas que favorecen el desarrollo turístico pueden no proporcionar el mismo nivel de apoyo e incentivos para la industria, limitando el crecimiento y la competitividad industrial.
Mientras que el turismo ha proporcionado importantes beneficios económicos a España, también ha contribuido a la desindustrialización y a una menor diversificación económica. Para contrarrestar estos efectos negativos, es relevante que España busque un equilibrio en su estrategia económica, promoviendo tanto el turismo como el desarrollo industrial sostenible.