Si el grifo del garaje se ha estado utilizando de manera excesiva o para fines no previstos (por ejemplo, llenar piscinas, lavar coches de manera regular), la comunidad podría tener razones válidas para querer controlar el uso y evitar gastos innecesarios.
No te pueden privar de algo esencial como el acceso al agua, pero sí pueden regular su uso para asegurar que se emplee de manera justa y razonable para todos los vecinos.