Ascensor

Lo primero decirle que un ascensor sin dinero no se puede poner.

Ustedes ha aprobado cambiarlo y también una previsión de fondos. Han elegido el modelo pero no tienen presupuesto. Ustedes están haciendo un esfuerzo económico y los que más lo sufren son (como siempre) las clases más humildes, pensionistas, gente con hipotecas, etc... Y en ésta situación llevan un año y medio, pero que el administrador ni la presidenta ni mueven ficha.

No sabemos cuántos propietarios conforman la comunidad, tampoco el coste aproximado de ese nuevo ascensor, ni a día de hoy el fondo que ustedes han ahorrado, pero si sabemos que no es barato. También nos habla de que se va a financiar a 24 meses, pero no sabemos por quién (empresa instaladora, banco, inmobiliaria, etc ...). Pero esto es raro porque no se sabe el coste final y la "letra" puede salir muy cara cuando ya se ha puesto un tiempo determinado de pago, 24 meses.
Como usted bien dice, lo sensato es aclarar todo el asunto y el mejor sitio es en una junta extraordinaria y exponer allí toda la problemática actual así como conocer el dinero acumulado.
Mire, se están dando ciertos timos de empresas instaladoras de ascensores (esto ha salido en la prensa) y sin querer asustarla, creo que debería abrir los ojos a sus vecinos para exigir esa junta extraordinaria. Y sepa que usted puede convocar una reunión de carácter informal informativa a sus vecinos para exponer estos asuntos y allí pedir apoyos para exigir al presidente una reunión extraordinaria, todo esto con carácter informal, pero también lo pueden hacer con carácter formal o legal si alcanzan en esa petición un 25% de propietarios ya que la ley sí establece ese derecho.

Por lo que se desprende, es que llevan al menos 18 meses, contribuyendo a una derrama, han escogido el modelo, pero no tienen presupuesto aprobado.
Mi pregunta, es, tienen el suficiente dinero para comenzar la obra?
En la última junta que se trató el tema, en que quedaron

Llevan ya más de año y medio pagando una derrama para el dichoso ascensor, pero el administrador no ha hecho nada, ni una gestión, pese a que todo está aprobado: el modelo y la subida de las cuotas. Es incomprensible. Mientras tanto, los vecinos siguen haciendo un esfuerzo cada mes, sin ver avances, especialmente los pensionistas, que lo sienten más en el bolsillo.

El administrador, junto con la presidenta, se cierran en banda y se ofenden si alguien se atreve a cuestionar la situación, como si fuera un territorio prohibido. Pero la paciencia tiene un límite. Lo lógico sería organizar una junta extraordinaria, sin rodeos, pedir explicaciones claras y, si no hay respuestas convincentes, plantear un cambio de administrador. Las cosas no pueden seguir así.