En Cataluña, el tiempo que se tiene para reclamar las deudas de la comunidad es de 3 años, y esto no es un invento, lo dice el Código Civil Catalán, que tiene sus propias normas, distintas al resto de España, donde normalmente son 5 años. Así que aquí, en Cataluña, no se pueden pedir deudas de hace 7 años como si nada, porque ¡hombre, eso ya está más que pasado!
¿Y qué pasa con el banco?
Cuando un banco se queda con un piso, le toca pagar las cuotas del año en que se lo quedó más los tres años anteriores. Ni más ni menos, es lo que dice la Ley de Propiedad Horizontal. Que nadie piense que por ser un banco se van a librar, ¡porque las comunidades no son una ONG!
¿Se puede reclamar toda la deuda?
Pues claro, pero aquí hay truco. Si se reclama más tiempo del que permite la ley (más de 3 años), el banco puede decir: “Eh, eso ya ha prescrito”. Y si lo alegan, el juez les va a dar la razón. Por eso, lo mejor es reclamar solo lo que está dentro del plazo, o irse preparando para que el banco saque la carta de la prescripción.
¿Y qué pasa con la prescripción?
La prescripción no es automática, no se borra sola. El banco tiene que decir que ha pasado el tiempo para poder librarse de pagar esos años. Además, si la comunidad ha mandado burofax, cartas, o ha hecho alguna gestión judicial, se interrumpe la prescripción y se vuelve a contar el plazo desde cero. Así que, ojo, si se han estado moviendo bien, pueden pedirlo todo.
¿Qué debería hacer la comunidad?
Reclamar ya: Aprobar la deuda en junta, ponerlo todo por escrito y no dejar pasar más tiempo.
Documentarlo todo: Que no se les escape ni un papel, porque todo cuenta a la hora de reclamar.
Ir a por todas: Buscar asesoría legal y decidir si se va por un proceso monitorio (rápido) o un juicio ordinario. Pero no quedarse de brazos cruzados, ¡que el banco paga como todos!
Así que, en resumen, si están en Cataluña, solo se puede reclamar deudas de los últimos 3 años. Pero no se queden quietos, que luego se quejan cuando no hay para arreglar las goteras. Hay que ser espabilado, porque aquí nadie regala nada.