Estimada vecina "COMOSIEMPRE":
Soy Marta, la "autora" de los carteles que mencionas en tu post.
Desde el respeto, comentarte lo siguiente:
1. Siento que te molesten tanto los carteles, pero nos ha parecido algo lo suficientemente grave como para proceder de esa forma. De hecho, pedí permiso al administrador y estuvo completamente de acuerdo en ello.
2. Te invito amablemente a que, cuando quieras, te pases por mi casa y compruebes por tí misma los daños que me han ocasionado en la pérgola.
3. No obstante, como pongo en los mismos, el daño ya está hecho y es un poco "lo de menos". Hemos querido "informar" de esta manera a los vecinos para que se sepa y poner en aviso al causante, alertándole de las consecuencias de sus actos. Créeme que si el cigarro encendido quema a mi niño en vez de al toldo... los carteles hubieran sido poco!
4. Me indigna que insinúes que todo es una mentira para que la comunidad corra con los gastos del cambio del toldo. ¿En qué cabeza cabe eso? (Perdóname, pero en una muy retorcida...) De hecho, te informo que la pérgola está (o, mejor dicho, estaba) nueva porque tiene apenas 2 años. Así que ni por asomo tenía pensado cambiarla.
5. Te invito nuevamente (qué generosa estoy hoy!) a que le preguntes al administrador si tengo o no permiso de la comunidad para haber cerrado las ventanas que dan a mi terraza... porque quizá te llevarías una sorpresa... Es muy fácil hablar sin saber, pero cuando se va con la verdad por delante, es mucho más fácil probar las cosas, tenlo en cuenta.
Conclusión: Antes de poner en duda algo y de quejarse por todo, habría que aprender el significado de la palabra EMPATÍA. Me encantaría saber si te hubiera pasado a tí o a cualquier otro vecino qué hubiérais hecho entonces...
Nuevamente siento que te hayan molestado tanto los carteles pero creo que, al menos, algo de efecto han surtido, ya que no ha vuelto a caer ni una sola colilla más. Con eso me doy (medianamente) por satisfecha.
Gracias.