Hola
Me gustaría compartir la experiencia en la compra e instalación de una puerta POKER PLUS de ROCONSA en Madrid capital.
Tengo que decir que la atención en la tienda en Madrid durante el proceso de compra (y posterior reclamación) ha sido buena, amable y cortés. Y los montadores también parecían trabajar bien (barriendo cada medio minuto).
El motivo de la reclamación que formulé el mismo día de la instalación fue la (aunque sea cuestión de milímetros) “enorme” rendija que quedó visible entre el cerco de la puerta y la puerta en el lado de la cerradura (en el lado de los dos pernios es menor). Esta rendija (en una puerta blanca) dejaba ver el pico del limitador fijado en el cerco y era bastante uniforme en todo el recorrido de la hoja de la puerta, es decir, desde arriba hasta abajo.
Inmediatamente después de la instalación el montador nos explicó cómo abrir y cerrar la puerta pero al mirar la puerta de frente y no desde un ángulo no nos dimos cuenta de la rendija hasta poco después de la instalación (que, como digo, cuando uno se acerca a la puerta y la mira desde cierto ángulo, parecía escandalosa como decir al caco: ¡Empiece Ud. por aquí!)
Al reclamar en la tienda, me dieron todo tipo de explicaciones que, como ciudadano normal, me sonaban a chino. Pero me prometieron que un montador iría a poner remedio.
Mientras esperaba el día acordado para que fuera el montador, nos dimos cuenta que la puerta donde chocaba era en la parte inferior del cerco (que habíamos pedido como “extra”). Y se veía bastante bien que el cerco estaba ligeramente curvado haciendo que la puerta chocaba en su parte central mientras en los extremos izquierdo y derecho había una mínima rendija/holgura, todo esto en la parte inferior. Que, la verdad, no nos preocupaba pero que parece ser la causa de la rendija lateral, ya que impedía a la puerta acercarse más al cerco lateral. Sí nos seguía preocupando la rendija en el lado cerradura ya que, comparado con las demás puertas del edificio (que son blindadas pero no tienen ningún tipo de rendija entre puerta y marco) era bastante ancha y visible.
Un tanto sorprendidos nos quedamos el día que vinieron los montadores. En lugar de manipular los pernios u otros elementos de la puerta (que es lo que esperaba y que nos habían indicado en la tienda) para ajustar la puerta y reducir la rendija entre puerta y cerco, éstos se limitaron a colocar en el cerco una tira de neopreno (de esas que se ponen para aislar mejor ventanas y puertas). Admito que visualmente ya no “canta” tanto. Pero lo que más nos ha sorprendido han sido los comentarios de los montadores que dijeron que el problema de la rendija era algo que conocían perfectamente y que habitualmente tenían que atender este tipo de reclamación. Y que el problema no ha podido ser arreglado ni siquiera hablando ellos, como distribuidor, con el fabricante. Que el motivo era el solapo que llevaba la puerta en el lado interior. (Cierto es que la puerta cierra silenciosamente y no hay “traqueteo”. Aunque esto me parece se debe a la goma que hace que el resbalón quede bien encajado en la cerradura.) En el lado interior de la puerta sí que encaja muy bien porque dicho solapo que dispone de una goma cierra bien con el lado interior del cerco. Con la tira de neopreno, la holgura/rendija ya no se ve pero sigue estando ahí.
No sé si por seguir teniendo dicha rendija (ahora disimulada) la puerta está más expuesta a ataques o no. El caso es que sin dicha tira de neopreno la puerta (acorazada) daba una impresión de menor seguridad que las demás puertas (blindadas) del edificio.
Por cierto, el día que montaron la puerta comentamos con los montadores lo mal que trabajaban algunas empresas (ese día recogieron unos estanterías mal acabadas). No sabíamos que, horas después, pensaríamos lo mismo de los montadores de la puerta que, repito, a sabiendas que lo más probable era que íbamos a reclamar dieron por buena una instalación que ellos sabían perfectamente que no era buena.
Estuve a punto de cancelar la transferencia que había realizado en el momento de finalizar la instalación. La verdad es que ante el “remedio” final (¿o apaño?, sin llegar a “chapuza”, creo) en forma de tira de neopreno tendría que haberla anulado para así hacer más fuerza a la hora de reclamar y conseguir un remedio aceptable.
Moraleja: ¡no dejes que se vaya ningún montador de tu casa sin haber examinado y reexaminado el producto instalado veinte veces!
P.D. También hay que prepararse a que el presupuesto que facilitan al cliente en la tienda difiere del precio de compra final. Una puerta que en la página web se anuncia - sin montar y sin personalizar - a un precio de menos de 1.000 euros puede salir por 1.800 euros.
Perdón por haberme enrollado tanto. Espero que a alguien le sirva.