Yo no veo mal que alguien ocupe puntualmente una plaza vacía, o sea, hoy tengo una visita, o viene familia dos días, pues vale, aparca ahí que no hay nadie.
Pero de ahí, a colocar el segundo coche eternamente en alguna plaza que quede, es tomarnos el pelo a los que además de las letras de nuestra plaza, pagamos gastos comunes todos los meses.