<p>yo creo que se podía haber empezado en el mes de marzo perfectamente por la fachada interior y haberla terminado de sobra para antes del verano, pero claro, Ebrosa prefirió avanzar la fachada exterior que se ve desde la calle y " vende " más. La comunidad tenía que haber negociado con Ebrosa éste tema, ya que nos afecta directamente, para ellos es una prioridad comercial y para nosotos de habitabilidad, y además teníamos mecanismos de presión suficientes para negociar; nada como la amenaza de colgar un cartel en la garita de entrada, con los defectos de construcción y de funcionamiento de las fases I y II para" espantar" a los posibles compradores que vengan a visitar pisos.</p><p>La verdad es que una obra cercana es de las cosas más molestas que se pueden sufrir, al que no le afecta es que llega a casa cuando ya se han ido los obreros, después de las 18, los que estamos en casa por las mañanas, tenemos horarios contrarios a la mayoría( trabajos nocturnos teniendo que dormir de día), padecemos un infierno acústico, lo peor de todo es el pitido agudo que produce cada cosa que se mueve, ya sea el ascensor-andamio exterior o cualquier otra máquina, el píiiiiiiiiii-píiiiiiiiii continuo se mete en el crebro como un mecanismo de tortura , al final ya no sabes si duena fuera o dentro de tu cabeza, y teniendo en cuenta que los obreros van todos con cascos y no lo oyen, esa ley tan absurda parece hecha para molestar a los sufridos vecinos más que como una medida de seguridad, que sería más efectiva si fuera visual que acústica.</p><p>Enfín, esperemos que el año que viene disfrutemos de la piscina sin esa pesadilla de obra, aunque entonces seremos tantos vecinos que tendremos que pedir turnos para bañarnos.</p>