Por el tema del suelo radiante estaria de acuerdo siempre y cuando tengamos en cuenta (aparte de la posible subida de precio), los inconvenientes, sobre todo en viviendas orientadas al sur como la nuestra.
He visto esta info en un foro: http://www.construction21.org/espana/community/mod/groups/topicposts.php?topic=1707&group_guid=1148
"- Los sistemas por radiación són más eficientes que los que usan convección del aire.
- La difusión del calor se hace desde el suelo lo que supone mayor confortabilidad, pues el calor se reparte uniformemente por las estancia y no se acumula en zonas puntuales como en los radiadores o en el techo en el caso de sistemas por aire.
- Es verdaderamente silencioso pero tambien lo es un sistema por radiadores o convectores "tradicional"
- Es cierto que trabaja a temperaturas notablemente menores que en otros sistemas lo cual supone un uso más eficiente de la energía.
- La puesta en obra es sencilla aunque hay que tener precisión en las cotas de hormigonado de forjados y precauciones con el replanteo de la tabiqueria.
- El mantenimiento, especialmente en grandes instalaciones, puede ser un gran problema. Es complicado localizar fugas que se detectan en los pisos inferiores, existe una infinidad de conexiones, llaves, purgadores, racords que pueden causar un mal funcionamiento de partes de la instalación si no existe un protocolo de mantenimiento planificado y regular, cosa que es complicada en grandes edificios públicos.
- Para que la condensación no resulte un problema hay que ajustar la temperatura de impulsión correctamente y cuidar los gruesos del recrecido de mortero u hormigón sobre el suelo radiante. De todas maneras puede darse cambios en la coloración del pavimento en algunos casos e incluso ligera condensación, especialmente en las viviendas más cercanas a las columnas de distribución o por irregularidades en la capa de recrecido, sobre todo en épocas especialmente calurosas y húmedas.
- Pero hay otro problema añadido de difícil solución: la gran inercia térmica de la instalación. Hemos de pensar que el calor emitido por el suelo radiante es absorbido y repartido por toda la estructura del edificio, lo que significa una gran cantidad de calor (o fresco en el caso verano) almacenado. Esto supone un problema de sobrecalentamiento para las viviendas orientadas a sur, que en invierno gozan de radiación solar intensa en las horas centrales del día o en las viviendas orientadas al oeste en la estación cálida. El sistema no se adapta bien a los cambios bruscos de temperatura exterior (olas de calor o frío, días soleados o nublados) ya que, los termostatos no responden inmediatamente a las órdenes, pues el suelo requiere una gran cantidad de tiempo en enfriarse (o calentarse). Es como un gran barco que cuesta ponerlo en marcha y mucho más pararlo.
- No recomendaría este sistema en lugares de uso intermitente: bibliotecas, escuelas, etc. por lo comentado anteriormente. Sigue siendo un buen sistema en lugares de uso contínuo aunque ajustando muy bien las temperaturas de impulsión y teniendo en cuenta el retardo según el ritmo solar diario en la programación del sistema. "