Pido mil disculpas por la equivocación, si es cierto que en el resto de la urbanización también se está produciendo este problema y ya que según veo, es un problema común a todos, animo a todos los vecinos a que le pongan la cara colorada a todos estos propietarios sin civismo, que no recogen los regalitos de sus perros.
Como dije en mi anterior correo, yo no he tenido la suerte de pillar a ninguno in situ, pero tened por seguro que en caso de verlo/s les diría unas cuantas palabras.
Y si el personaje/s no reacciona, animo a todo aquel que sepa de quien se trate y donde vive, a que le pague con su misma moneda, es decir, le llene la puerta de su casa de estos maravillosos regalitos, para que él también pueda disfrutar...
Quizá sea una solución un poco desagradable, pero seguro que será efectiva.
Por último, por si alguien lo duda, he de decir que me encantan los animales y que entiendo que tienen que hacer sus "cositas" en algún sitio, así que la culpa es exclusivamente de sus propietarios.