No se tomo ninguna decisión, porque la convocatoria de la junta carecía de toda validez. En el punto número 1 , se hablaba de temas generales, por lo que no podíamos aprobar y/o rechazar nada.
De todas formas el administrador se vio obligado a dimitir, porque como profesional no asesoró a la junta de gobierno en el tema de cancelación de contratos, creyendo hacer que en la rescisión de contratos la junta de gobierno tenía poderes, y que los acuerdos no tenían que ser corroborados por la junta de propietarios.
Al final no le quedó más remedio que dimitir, y en el mes de noviembre harán una junta para aprobar y/o rechazar los diversos contratos que tenemos firmados y de los cuales estamos en puertas de finalizar.