http://www.larazon.es/noticias/noti_nac5529.htm Cita:
Villa Pocero: un gigante con pies de barro
La polémica urbanización de Seseña se asienta sobre unos terrenos en litigio - Un juez decidirá esta semana si obliga a Hernando a pagar a sus dueños nada menos que 115 millones de euros
Ismael del Prado
Madrid- «Están de cachondeo con nosotros. Nos tienen de Illescas a Toledo y de Toledo a Illescas. De juzgado en juzgado, sin atendernos y haciendo caso omiso de una sentencia en firme del Tribunal Supremo que nos da la razón». El que habla es Justo Serrano. Junto a su suegro, allá por 1939, comenzó a trabajar en unos terrenos en los que hoy conviven grúas y cemento para dar forma al sueño del constructor Francisco Hernando: «Villa Pocero».
«Empezamos a trabajar estas tierras al poco de acabar la Guerra Civil. Estos campos no tenían dueño, así que optamos por atenernos a la ley que permite explotar un terreno. Cumplimos con nuestra obligación cada año, hasta alcanzar los 25 necesarios para poder escriturar a nuestro nombre. Salió publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y nadie los reclamó». Pero la sorpresa, reconoce Serrano, les llegó «al ir a Illescas para redactar las escrituras. Esos terrenos figuraban ya a nombre de otra persona: Enrique Lisardo de Orejón Camareno. Éste, al poco tiempo, le vendió los terrenos a ‘El Pocero’ por 60 millones de pesetas», recuerda indignado.
Ante esta situación, Justo y su esposa, María Isabel González Mejía, decidieron recurrir a la justicia para obtener una solución al respecto. Así, el contencioso fue a los juzgados de Illescas, que tras estudiar el caso, les dio la razón. Por si no fuera suficiente, desde los tribunales de Toledo también se les respaldó.
Allí, «una vez finalizado el juicio, el juez le comentó a nuestra abogada que, con sólo mirar en el ordenador la ficha de este señor, ya conocían que tenía multitud de líos entre manos, como en Villaviciosa de Odón», afirma Serrano. A pesar de todo, para que no hubiera ningún tipo de duda, la pareja llevó el caso al Tribunal Supremo. Y allí... nueva resolución a su favor, fechada a 7 de octubre de 1997.
«En los tres casos, volvieron a darnos la razón. Parecía que, de una vez por todas, íbamos a poder escriturar a nuestro nombre», explica un decepcionado Justo Serrano. Pero nada más lejos de la realidad. Como si se tratara del «Vuelva usted mañana», cada semana, Serrano acudía a la notaría «preguntando sí había pasado por ahí Francisco Hernando. Pero siempre me volvía para casa con la misma respuesta: No ha venido, no sabemos nada de él».
Indignados, acudieron a los juzgados de nuevo para pedir explicaciones. «De repente, todo estaba en nuestra contra. Los juzgados de Illescas y Toledo que antes nos daban la razón, nos dieron el caso por perdido. La única explicación que me cabe en la cabeza es que alguien de arriba, de la Junta, tomara cartas en el asunto para que una persona tan influyente como Francisco Hernando no saliera perjudicado», trata de autoconvencerse Serrano.
Los herederos de las tierras de «Villa Pocero» no están dispuestos a esperar mucho más. De ahí que acudieran a la Fiscalía Anticorrupción para poner una querella judicial. Mientras, el matrimonio confía en hacer la espera mucho más corta el próximo miércoles, con 115 millones de euros (19.000 millones de pesetas) en su cuenta corriente. Y es que ésa es precisamente la cantidad que Justo y su mujer reclaman al promotor Francisco Hernando por todos los daños ocasionados en el juicio que comienza ese día en Illescas. «Esa cantidad es el tope que nos puso el perito. De ninguna manera creemos que sea una cantidad desorbitada. Que a nadie se le olvide que, según se ha vaticinado en diversos medios de comunicación, ‘El Pocero’ va a obtener en torno a los 1.200 millones de euros de ingresos por la venta de los pisos, «por la venta de unos terrenos que son de nuestra propiedad», argumenta airado Serrano harto de tanto «Vuelva usted mañana».