Ni aunque me regalen el piso me voy a Pocerolandia

¿Son atractivos los pisos en Seseña?

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«¿A 'Pocerolandia'? No me voy ni aunque me regalen un piso»
LOS PRECIOS DE SESEÑA BAJAN, PERO LOS PISOS AÚN NO SON ATRACTIVOS

MARTA BELVER

Se alquila piso de 95 m2 por 500 euros al mes. O de 144 m2 por 600. Si se pagan sólo 50 euros más, la superficie sube hasta 160 m2. Y todos son a estrenar, en urbanización con piscina, jardines, pistas deportivas... Razón: compradores de las viviendas que Francisco Hernando (mediáticamente bautizado como 'Paco el Pocero') ideó para la localidad toledana de Seseña.

La miniciudad, icono de los excesos del 'boom' inmobiliario de la última década, se proyectó con 13.500 casas, se construyeron unas 5.000 y ahora se alquilan, se 're-venden' o lo que se pueda centenares de las que tienen sus llaves bajo la custodia de particulares. Los anuncios se amontonan en los portales de comercialización por internet y de un rato a otro no resulta anecdótico que los precios bailen, aunque siempre lo hacen por la cuesta que va hacia abajo.

«¿A 'Pocerolandia'? Vamos, yo no me iría a vivir allí ni aunque me regalaran el piso», asegura en letras capitales a cuerpo 24 un 'bloguero' indignado con los participantes de un foro que defienden amplitud residencial frente a ubicación. Con 500 euros mensuales de presupuesto, por poner un ejemplo gráfico de lo contrario, a lo más que se puede aspirar en el distrito madrileño de Retiro es a alquilar un estudio de 25 m2 donde se cocina en el mismo espacio en el que uno se acuesta por las noches.


Ajustes de precios

Los precios en el residencial construido por Francisco Hernando, que nada casualmente se llama como él, se han encogido notablemente en los últimos meses, tanto para potenciales inquilinos como para compradores. Ahora se intentan vender pisos incluso a 1.123 euros/m2, 155 euros por debajo de la media calculada por el Ministerio de Vivienda para toda la provincia de Toledo y algo insólito en la zona no hace tantas páginas de calendario.

Da igual que la casa se sitúe en la calle de Van Gogh, en la de Rembrandt o en la de Da Vinci; probablemente los vendedores ansiosos tendrán la sensación de que sus propiedades se han 'trasladado' a la vía que tomó prestado el nombre de El Greco por la tonalidad sombría que predomina en su futuro inmobiliario inmediato.

'El' 'Pocero' ha anunciado esta semana que se va con sus bártulos a Guinea Ecuatorial para modelar allí 'Seseña II y III', dos proyectos aún más ambiciosos que sumarán unas 36.000 viviendas. Pero camino del avión se ha dejado sin poner los ladrillos de más de 8.000 viviendas de su criatura primogénita.

Este 'olvido' no sólo implicará una reducción drástica del número de vecinos que estaba previsto que se mudaran a villa Francisco Hernando: para los que han estrenado ya el censo de residentes, lo más preocupante es que dejará empantanadas las obras de urbanización que se estaban desarrollando simultáneamente a la construcción de las casas.

El desaguisado es de tal magnitud que algunos expertos del sector que prefieren no poner nombre y apellidos a su opinión sobre el tema consideran inevitable que la Junta de Gobierno de Castilla-La Mancha asuma la finalización del proyecto transformándolo en viviendas de protección oficial. En el Ejecutivo autonómico, sin embargo, niegan categóricamente que hayan contemplado esta posibilidad y no ofrecen ni la más mínima insinuación de que puedan hacerlo en el futuro.

Mientras, el promotor inmobiliario al que más se pasea en los medios de comunicación cambia de continente con la conciencia tranquila del deber bien hecho. «Las entidades financieras han pagado una media de 33 millones de las antiguas pesetas [casi 200.000 euros> por pisos de unos 95 m2 cuando la primera vivienda que vendimos costó 21 millones [126.000 euros>», se congratulaba 'El Pocero' en una entrevista con 'suvivienda.es' el pasado mes de abril cuando se le sacó el asunto de las plusvalías.

No parece para tanto. Un particular vendía en Seseña esta semana una casa de idéntica superficie a la que se refería el promotor de Onde 2000 por una cifra mucho más modesta, 148.500 euros. Negociables, además. ¿Suficientemente atractivo como que alguien se plantee trasladarse a un ámbito residencial con dotaciones notablemente deficientes?

«De las ventas ni hablamos, porque eso es misión imposible, y respecto a los alquileres... nuestra experiencia demuestra que la gente prefiere pagar 700 euros e irse a Valdemoro [en Madrid> que 500 por el residencial de 'el Pocero', por mucha piscina y campo de fútbol que tenga», apunta Javier Dalmau, presidente de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Toledo.

A su juicio, «los precios del residencial no son ningún chollo, se mire como se mire». «Es una ciudad en medio de un desierto, los viales están sin terminar, como no tengas coche olvídate de poder comprar el pan... Lo que se pueda ahorrar uno se lo termina gastando en transporte, no compensa para nada», considera Dalmau.

Si Francisco Hernando no se hubiera despertado de su sueño inmobiliario a la mitad, la población de Seseña (un municipio de apenas 14.000 habitantes) estaría en vías de triplicarse. Su proyecto tenía casi todo a favor: proximidad a Madrid (53 kilómetros), buenas comunicaciones (R-4 y A-4), opciones de ofrecer calidad de vida...

La potencial ciudad se ha quedado en un surtido 'stock' de casas vacías al que la mayoría no recurre ni aunque pueda disfrutar de 100 m2 a estrenar por el mismo dinero que se accede a un 'minipiso' de segunda mano en Madrid capital.

http://www.elmundo.es/suplementos/suvivienda/2009/592/1245362406.html