En un alarde de espontaneidad, Izquierda Unida de Seseña, convoca una Asamblea de Vecinos en el Quiñón, utilizando para ello la Concejalía de Participación Ciudadana y según su propuesta: a dar la cara. Un poco tarde ¿no?.
Después de cuatro horas de monologo de Manuel Fuentes, en el que se esmero en achacar las culpas a los demás, no aporto ninguna solución que no pase porque los demás se han equivocado.
Cuando se convoca un acto de estas características, se debiera dar la palabra a los vecinos para saber; si la preocupación del político es la preocupación del vecino, no sea que se de el caso que las explicaciones del político, no tengan nada que ver con la realidad que vive el vecino y si además no aportas soluciones. ¿A que vas?. Mas que a dar la cara, a lavarte las manos y a ver si con un poco de vaselina entra la explicación. Menos opiniones y más soluciones, terminaron pidiendo los vecinos.
Y no es de extrañar que en algunos momentos, algunos vecinos perdiesen la paciencia y alzasen el tono. Porque después de conseguir que en número algo más de 100 vecinos se acercasen a tener una reunión, que significa que, al menos había una representación de un 10 por ciento de viviendas. Y que si atendemos a las cifras de Manuel Fuentes, que nos cifro entre 150 y 200, tenía allí del 15 al 20% del Quiñon. Creo sinceramente que se tuvo una enorme paciencia, porque cuando uno en algún desliz habla de haberse equivocado - el Ayuntamiento- a continuación viene, que indiques la solución. Y si no tienes soluciones, quizás el problema eres tú.
No hace mucho, en un programa televisivo, alguien explicaba que en todos los grupos, había un tonto. Mientras vas detectando quien es, todo va bien. El problema se da, cuando llegado un momento, no detectas quien es el que ocupa este lugar en el grupo. Es el momento de empezar a pensar que, ese lugar lo estas ocupando sencillamente tú. Porque si en algún momento los allí presentes en la mesa, en primera y posteriores filas, hubiesen escuchado al vecindario hablar entre si, y alguno lo tuvo que oír, el segundo problema que hoy tiene Seseña, después del económico, es la persona del alcalde, no como persona, sino como alcalde.
Hubo vecinos que pidieron la palabra y a cambio se les pedía el nombre y apellido.Es la primera vez que veo esto, un Alcalde, conoce a sus vecinos, y sino, lleva alguien que los conoce. Y, al menos uno, no quiso dar el apellido a pesar de las insistencias del Sr. Alcalde, alegando que “temía que se tomaran represalias contra él”, y que insistiera el Alcalde “que no lo haría”. Ahí ya se retrato y el vecino, no lo dio. Digo yo como seseñero que, lo importante será lo que se pregunta, y no quién lo pregunta. Ni siquiera Edisón fue el único en inventar el teléfono, fue el que primero lo patento. Con ello, quiero decir, que la pregunta de uno, seguramente es la pregunta de más. Y ¿Cuántos al ver esta actitud, se quedaron sin preguntar?
Vuelvo al inicio y acabo: ¿Manolo, para que coño era la reunión?