Visto lo visto, ni se arregla la puerta y los portazos no paran.
Como hasta que se arregle no pararemos de castigar a la puerta, propongo pues dejarla abierta,
¿de qué sirve golpearla si no cierra?
es muy agradable levantarse sobresaltado de madrugada por el ruido de los portazos.
Gracias a todos aquellos que siguen insistiendo en intentar cumplir en vano las órdenes de coco.
DARLE MÁS FUERTE, A LA PROXIMA SEGURO QUE CIERRA...