Deseo de corazón, que todos aquellos que han montando un negocio en el barrio les vaya muy bien, incluso, para aquellos que no han empezado con buen pie pero que muestran predisposición para mejorar sus servicios y ser auténticos profesionales de la actividad que desempeñan, siendo esta, la única forma de hacer sostenible cualquier actividad empresarial.
Dicho esto, haría la siguiente pregunta a todos los que invitan y animan a los valientes emprendedores a montar negocios . ¿ Seguirían ustedes comprando en la misma tienda del barrio que lo vienen haciendo y siendo fieles a los pequeños negocios emergentes en La Montaña, en el supuesto de que a corto plazo abriera sus puertas el Centro Comercial Aranjuez-Plaza ? Algunos con el corazón dirán que si, pero no podemos obviar, la criba inmisericorde, que la apertura del citado centro supondrá para muchos pequeños negocios que se alejan del radio de influencia comercial de esta gran superficie. Por consiguiente, deberíamos ser críticos con aquellos negocios que pueden y deben mejorar profesionalmente, pero sin intentar hacer sangre. La valentía de estos emprendedores, no les garantiza el buen funcionamiento de su negocio, pero sin ningún género de duda, si les debe aportar el reconocimiento solidario de todos sus vecinos , donde la asunción del riesgo en estos momentos de incertidumbre y escasa demanda interna, necesita de apoyos cuasi incondicionales.
Seguro que la nueva churrería, mejorará la calidad de sus productos y atenderá la demanda de sus clientes si son razonables. Muchas veces los inicios necesitan de los ajustes pertinentes. El mismo Mesías se equivocó eligiendo a Judas como uno de sus apóstoles para predicar el evangelio. Seamos críticos mesurados, una crítica exacerbada, se torna en juicio. Y si juzgas, podrás ser juzgado.