Efectivamente, es claro que existe un déficit de educación cívica brutal y que irá en aumento. Digo esto porque los hijos de quienes dejan la basura fuera, tiran el pañuelo al suelo, se meten en sentido prohibido solo porque “van a aparcar ahí al lado...” (cosa muy típica), etc. es lo que están mamando desde pequeñitos, así que cuando sean mayores, ellos no sabrán que las cosas han de hacerse de otra forma en aras del bien común, sino que pensarán que han de hacerse como les han enseñado. La gran diferencia con sus padres es que quiero pensar que a ellos si trataron de enseñarles sus mayores.
Lo único que podemos hacer quienes respetamos la convivencia cívica, es seguir comportándonos como personas con racionalidad y civismo, con el resto, salvo apelar a algún atisbo esporádico de conciencia, poco se puede hacer salvo el multazo, que el bolsillo es el único que a falta de principios, pone coto.