Madrid, donde menos IBI se paga entre las siete grandes capitales españolas
SARA MEDIALDEA. MADRID.
Los impuestos locales no son iguales para todos. Dependiendo del lugar donde se resida, los tributos pueden variar en función de determinados tipos y porcentajes que decide cada gobierno municipal. Un estudio entre las 52 capitales de provincia españolas compara la situación impositiva de los madrileños frente a la de otros municipios. De la comparación se deduce que Madrid es la última, entre las siete grandes ciudades españolas, en el IBI que cobra. En otros impuestos, como el de vehículos o el IAE, ocupa sin embargo puestos de cabeza.
El «ranking tributario» es como el «top ten» de las listas de éxitos musicales: sitúa el nivel que ocupa cada municipio a la hora de cobrar impuestos a sus ciudadanos. La comparativa, elaborada en este caso por el Ayuntamiento madrileño, se detiene en varios de los principales tributos: el IBI -la antigua contribución urbana-, el Impuesto de Actividades Económicas -IAE-, el impuesto de vehículos, el de Construcciones y la plusvalía.
Ateniéndonos a esta clasificación, primero se sitúa a Madrid en relación con las siete principales ciudades españolas. La comparativa con Barcelona, Valencia, Málaga, Murcia, Zaragoza y Sevilla es diferente para cada impuesto. Así, en el caso del IBI urbano-que abona todo el que es propietario de una vivienda-, Madrid queda en una honrosa última posición: el tipo de gravamen permitido por la ley se mueve en una horquilla que va del 0,4 por ciento de mínimo al 1,10 de máximo. Madrid grava al 0,532. El primero de la lista, Valencia, lo hace al 0,974.
A la cola en la comunidad
Sobre los 52 municipios capitales de provincia, Madrid ocupa el lugar 41 en relación con el IBI. Dentro de la región, y teniendo en cuenta los municipios de más de 50.000 habitantes -16-, la capital es la número 14 en el cobro de este impuesto. Estas dieciséis localidades son Getafe, Coslada, San Sebastián de los Reyes, Parla, Fuenlabrada, Alcorcón, Leganés, Móstoles, Pozuelo de Alarcón, Collado Villalba, Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, Majadahonda, Alcobendas y Las Rozas, además de la capital.
En el resto de impuestos analizados, la situación de Madrid no es igual de ventajosa: por IAE, la Villa y Corte es la segunda por arriba, sólo superada por la Ciudad Condal. La que mantiene más bajo este impuesto es Málaga. Eso, entre las siete mayores ciudades del país ; si comparamos con las 52 capitales de provincia, Madrid es la número 13, y entre las 16 grandes localidades de la comunidad madrileña, ocupa la séptima posición.
En el caso del impuesto de vehículos, la capital se sitúa la tercera -en el año 2005 era la cuarta- entre las «siete grandes», la número 17 de la lista de 52 capitales de provincia, y la octava en la región. La tarifa media, para vehículos de entre 8 y 11,99 caballos fiscales, es de 58 euros en Madrid, se eleva hasta 68,15 en Barcelona pero baja hasta los 53,70 en Murcia.
Un caso singular es el del impuesto de construcciones, instalaciones y obras. Este tributo es de aplicación voluntaria por los ayuntamientos ; todas las grandes capitales lo cobran. El tipo de gravamen que se puede aplicar depende de cada gobierno municipal, aunque la ley fija un máximo del 4 por ciento. Pues bien, éste es el elegido por Valencia, Málaga, Zaragoza y Madrid. Barcelona se queda en un 3,25 y Murcia en un 3,93, mientras que Sevilla lo reduce a un 2,88 por ciento.
Entre los 52 municipios capitales de provincia, Madrid ocupa el cuarto puesto -junto con otras quince ciudades que también han optado por ese 4 por ciento máximo-. Por encima sólo están Bilbao, San Sebastián y Pamplona, que tienen un régimen especial y pueden superar el porcentaje máximo.
Más por plusvalía
En cuanto a las 16 ciudades madrileñas más grandes, Madrid está en cabeza de la clasificación, pero la acompañan todos los demás, excepto Torrejón: esta es la única que no llega a ese tope del 4 por ciento en la cuota.
Una última tabla clasificatoria se refiere a la plusvalía, el impuesto que grava el incremento del valor de los terrenos cuando se produce una venta. En este caso, entre las siete principales ciudades españolas, Madrid queda en segundo lugar ; entre las 52 capitales españolas, ocupa el número 22 -con Cáceres, Jaén y Valencia-. Y entre los de la Comunidad de Madrid, es el quinto -junto con Collado Villalba, Pozuelo y Torrejón de Ardoz.
En este caso, los datos aportados se refieren al año 2006, pero para el próximo ejercicio, las cosas cambian: deja de tener efecto una reducción sobre el valor del terreno, a la hora de calcular la base imponible, que se venía aplicando desde hace cinco años, y que por ley no puede prolongarse más. Esa reducción podía ir del 40 al 60 por ciento del valor fijado para los terrenos, y en el caso de Madrid se aplicaba el mínimo posible: el 40 por ciento. A partir de 2007, al no aplicarse, supondrá una subida importante para quienes deban liquidar este impuesto.