Acabo de llamar a TAU y, sinceramente, no lo recomiendo porque te entran ganas... de algo malo, de verdad. Me han dicho que en esta semana tendrían una reunión con la constructora en la que "se informarán" (será que no lo saben todavía, hay que ver) de los nuevos plazos de finalización de obras y "actuarán en consecuencia" porque, según ellos "si los retrasos están justificados, no habrá lugar a reclamar nada", y que nosotros "no podemos hacer nada", que para eso ya está la "dirección facultativa". Ah, y nos mandarán una carta y nos lo contarán.
Si es que nos quejamos por nada, no nos damos cuenta de que el retraso en la entrega sólo puede ser positivo: así ahorramos para las imprescindibles obras que tendremos que hacer nada más entrar, como cambiar radiadores de sitio, vestir los armarios, pedir a los del gas que nos pongan mejor el tubo del ídem, cambiar sanitarios, poner persianas... ah, y nos da tiempo a visitar todas las tiendas de muebles de Madrid y provincias limítrofes. Desagradecidos que somos, oyes.