Pues sinceramente fuimos alrededor de treinta, cosa que sinceramente no entiendo, cuando quedamos para reunirnos los domingos somos más de los que estuvimos ayer pitando y sosteniendo pancartas, que hacer ruido hicimos y se nos vió bastante, pero si fueramos más pues mejor.
Estuvo Andeyro en la puerta de la oficina, mirándonos de forma retadora, como si le debiramos algo. Les esperamos hasta que cerraron la oficina,les abucheamos y reclamamos nuestras viviendas.
Un saludo
Raquel