Indignado, palabra de moda en estos tiempos turbulentos. Imagino que esos ocho carnés están justificados con una cédula de empadronamiento, o serán los ocho copropietarios de la vivienda, al fin y al cabo es lo que pedían en las férreas exigencias que nos han solicitado este año para ser un feliz poseedor del carné.
Lo único que van a conseguir los vecinos tan “bien” habituados a la convivencia en comunidad es que la piscina la mantengan entre los que la utilizan. Realmente no me sale rentable pagar una cifra tan alta de comunidad para que cuatro vecinos maleducados se aprovechen.
Espero que reine la cordura en esta mancomunidad y se separen los costes de la comunidad de los de la piscina. Que la piscina la mantenga quienes la disfrutan. Cuando se cierren los gastos y los presupuestos para el siguiente ejercicio, se sacan aparte los gastos de la piscina, entre toda la mancomunidad se calculan los gastos comunes y los gastos de piscina se dividen entre los que hayan solicitado el carné de la piscina. Los que tienen carné pagarán tanto los gastos comunes como los de la piscina, el resto solo los gastos comunes.
Pongamos un ejemplo, somos 100 vecinos repartidos en 50 viviendas. 100 potenciales usuarios de la piscina, de los cuales 60 sacan el carné. Los gastos de la mancomunidad son de 20.000 euros, de los cuales 5.000 son de la piscina. 15.000 euros habría que repartirlos entre las 50 viviendas y los 5.000 de la piscina entre 60 poseedores del carné. La vivienda con 8 carnés tendría que asumir el coste común de la comunidad más lo que le corresponda por cada uno de esos 8 carnés en referencia al coste de la piscina.
De esta forma se sacaría el carné quien realmente disfrutara de la piscina.