Buenos días,
Os adjunto un texto muy completo acerca de las operaciones en multidivisas...
¿Conviene Pedir un Crédito en Divisas?
Ventajas y riesgos de endeudarse en monedas de países con tipos de interés más bajos
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Por Antonio Lozano
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Lorenzo Sánchez es un joven empresario que un día se interesó por adquirir un local comercial en Madrid. Amigo de las sensaciones fuertes, solicitó un préstamo en francos suizos para aprovechar el tipo de interés del país helvético, mucho más bajo que el español. Con el lógico deseo de obtener una financiación más barata, Sánchez eligió esa divisa «refugio» que, como tal, gozaba de reconocida solidez y estabilidad. Hasta la fecha del vencimiento del pago tuvo la suerte de que no se produjeran fluctuaciones en el tipo de cambio. Pese a los gastos y las comisiones, la ´jugada´ le salió bien. Pero también podría haber sido calamitosa. Esta alternativa financiera, conocida como ´créditos en divisas´ y considerada por muchos como una auténtica locura cuando se trata de préstamos hipotecarios en dólares, resume una vez más el célebre binomio de riesgo y beneficio: se pueden obtener ventajas considerables, pero también existe el riesgo de sufrir pérdidas muy dolorosas. Cualquier acontecimiento imprevisto podría afectar gravemente al tipo de cambio y desbaratar una operación que puede estar cargada de peligros si no se toman precauciones.
Solución brillante.
Endeudarse en moneda extraña puede resultar traumático pero también es una solución brillante para la tesorería. Las entidades financieras, en cualquier caso, analizan con esmero la concesión de préstamos en divisas para que nunca se produzcan de forma inconsciente. Pese a la juventud de este tipo de crédito, lo cierto es que cada vez hay más empresas que plantean su endeudamiento con una moneda distinta a la peseta. Y no es por capricho. Desde hace poco más de cinco años, exactamente desde el 1 de febrero de 1992, los españoles pueden solicitar créditos en divisas. Aquella liberalización terminó con trabas farragosas como la obligación de realizar un depósito equivalente al 30% del préstamo solicitado, así como que éste tuviera una vida media de tres años. Desde aquella fecha, los particulares y las empresas pueden acceder a condiciones de crédito en monedas de países cuyos tipos de interés son más favorables que los que existen en España. Pero para que todo tenga un final feliz se requieren altas dosis de cautela, así como una sólida cultura financiera. Los créditos en multidivisas se caracterizan por su flexibilidad para acceder si se estima conveniente, de una moneda a otra en cada vencimiento del crédito tras unos pactos previos. El cliente tiene hasta 20 divisas para instrumentar el préstamo, y la cláusula multidivisa le permite pasarse de una moneda a otra, incluso a pesetas, durante un periodo de amortización determinado para materializar ventajas en los tipos de interés o de cambio. El cliente puede sustituir la divisa en la que está endeudado por otra más favorable, hasta tres días antes de liquidar la cuota del préstamo. El crédito multidivisa, que también incluye préstamos hipotecarios, resulta especialmente interesante para los empresarios y particulares que operan lejos de sus fronteras y obtienen rentas en monedas extranjeras. Es el ejemplo común del jubilado alemán que financia la compra de su vivienda en la Costa del Sol con un crédito en marcos, moneda con la que recibe su pensión en España. El Banco Sabadell presume de ofrecer las condiciones más flexibles para los clientes con sus préstamos hipotecarios multidivisas. Es el único banco que ofrece un tipo de póliza en divisas que permite efectuar disposiciones y amortizaciones cualquier día durante la vigencia del crédito. El Sabadell tampoco limita el importe máximo, pero sí el mínimo, que es de 20 millones de pesetas. Otras entidades ofrecen similares diferenciales añadidos al Libor (sigla del inglés de London Interbanking Offered Rate, que sirve de referencia para determinar el tipo de interés medio en el mercado interbancario de Londres), y que oscila entre el 0,5 y 2,5%. El límite en la cuantía del préstamo en Bankinter es, como máximo, del 80% del valor de tasación para la primera vivienda, y del 60% para la segunda o sucesivas. Como norma general, el importe oscilará entre 2 y 30 millones de pesetas, con unos plazos de amortización de entre 3 y 35 años. El resto de los bancos prevé un plazo máximo para el vencimiento del pago no superior a 20 años en el caso de las hipotecas. El buen momento de la exportación en España ha impulsado este tipo de endeudamiento, muy utilizado por las sociedades que no están dispuestas a asumir riesgos con el imprevisible cambio de la divisa en el futuro.
Consejos para pedir un crédito.
Si pretende solicitar un crédito hipotecario multidivisa, debe tener en cuenta las siguientes consideraciones:
No todas las entidades financieras contemplan esta posibilidad de endeudamiento y, salvo contadas excepciones, ningún banco muestra especial interés por difundir sus productos específicos o condiciones de créditos en multidivisa.
Los préstamos se pueden solicitar en las más importantes monedas operativas, cerca de veinte. Las divisas más demandadas, lógicamente, son las más estables y cuyos mercados gozan de atractivos tipos de interés: el franco suizo, el yen, el marco alemán y el dólar americano.
La entidad financiera establece, en función de diferentes criterios, el precio del crédito con el Libor más un tipo referencial que oscila habitualmente entre el 0,5 y el 2,5%. Que el préstamo sea más caro o más barato está directamente relacionado con el riesgo que entrañe la operación. Para fijarlo, el banco o caja pondera muchos factores como su relación con el cliente, el volumen de la operación o los plazos.
El particular establece con el banco la cuantía del crédito en divisas y los plazos de amortización. Las condiciones son más restrictivas que si el préstamo se realiza en pesetas.
El endeudamiento en divisas provoca gastos extraordinarios por cambio o gestión de divisas, a los que hay que añadir otros fijos por apertura o cancelación anticipada.
El cliente puede establecer un seguro de cambio, pero esta protección ante devaluaciones debe estar cimentada en una breve reflexión. Quizás no merece la pena la cobertura de riesgo, ya que resta a la operación gran parte de su atractivo inicial. Lo que se gana por la diferencia entre los tipos de interés se puede perder con el citado seguro de cambio. De esta forma, la operación le resultará menos rentable. Usted decide.
A quién interesa
A todas las empresas relacionadas con el comercio exterior.
Personas o sociedades que quieren garantizar sus ingresos en divisas.
Pensionistas de países extranjeros residentes en España, o personas que obtienen rentas en monedas con las que se endeudan.
Empresas y particulares que aceptan el riesgo de devaluaciones a cambio de obtener una financiación mucho más atractiva.
Compañías con experiencia en el mercado internacional y con sólida cultura financiera. Pero que se trate de compañías que no prevean turbulencias en los tipos de cambio e interés en el medio plazo.
A quién no interesa
A las personas físicas en general.
A las empresas que obtienen todos sus ingresos en pesetas.
A los interesados en solicitar créditos hipotecarios. La larga duración de los mismos desaconseja la asunción de riesgos por los lógicos vaivenes de los tipos de cambio e interés.
Compañías y particulares que piden créditos en divisas o multidivisas poco estables, pese a que sus rentas procedan de aquellos países.
Empresas que pretenden especular, con escasa formación financiera y deficiente seguimiento de los mercados de divisas.
Sociedades vinculadas con el comercio exterior y que intuyen riesgo inminente de devaluaciones.