Lo he partido por la mitad, bueno, yo no, el carpintero, que la habilidad para estas faenas no es algo que me caracterice precisamente, jeje. El caso es que quedan dos puertas; sopesé lo que decías, pero el carpintero prefirió hacerlo así, y la verdad, creo que es más cómodo; la única pega que tiene es que las puertas se llevan por delante la bombilla o los cables congantes que todavía tengo, hasta que no ponga los halógenos o lo que sea empotrado en el techo.