guerra de guerrillas
¿Cómo afrontar la llegada de nuevos vecinos en una comunidad de propietarios?
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GUERRA DE GUERRILAS
Con los calores de este raro verano, que más bien parece reflejo de mi humor, un día bueno, otro encendido, otro imprevisible, otro variable por las azores y con tormentas y fuertes vientos, parece que se va llenando la comunidad de nuevos vecinos, cargados con camiones de cajas, coches llenos de bolsas, además de una muy peculiar de NUESTRO PATRÓN, como los antiguos colonos llegaban en carromatos en la conquista del oeste americano. Un carromato lleno de bártulos y avíos, y un corazón lleno de ilusiones, todo acompañado de una cartera un poco más “desocupada”.
Para los que ya llevamos aquí un tiempo, ¿se nos podría llamar veteranos?, es muy curioso observar las reacciones de los colonos al alistarse en nuestro particular oeste. Son siempre las mismas y me recuerdan a mis sensaciones de hace un par de meses.
Primer día, “día de ilusión”. Aún con el bolígrafo sin destapar y derechos con nuestro bien cargado manojo de llaves nos vamos corriendo de la típica vetusta notaría de tarima de madera, orla y ciento un mil títulos en la pared y grandes espacios por todos los rincones, en las zonas más privilegiadas de Madrid.
Todos los nuevos ocupantes entran igual, bolsa roja en mano, mirando a todos lados, suben a la piscina, ¡¡mirad tenemos piscina!!, mirad tenemos columpios, tobogán, está chulo. Corriendo suben a su casa, entran en todas las estancias, ven que no falta ninguna, y aun dura está orgía de felicidad.
En algunos casos ese mismo “día de ilusión” o en otros ya el segundo, o “día de percepción” vamos dándonos cuenta de las cosas, típicas o no tanto, por otra parte pero que todos ya conocemos y no voy a volver a contar. Pero si la apreciación que desde fuera y la experiencia ya vivida por nuestra parte observo.
En algunos casos son caras de tristeza, sensación de vacío. Es el niño que espera que a los reyes magos cualquier 5 de enero y ese 5 de enero pasa de largo, no puede ser.
Sensación de engaño, ira y odio hacia los que te han timado de esa manera tan vil.
Desamparo, ¿y ahora por donde empezamos? ¿Qué hacemos?
Enfado contigo mismo, con la humanidad, con el portero, con tu marido, con tu padre, con el presentador del telediario,…
Y lista de desperfectos al canto, esto te lo acepto, esto si, esto no, esto si, esto no,… Chimo Bayo …
En fin las mismas respuestas, para los mismos problemas.
Tras unos días, en esto ya la duración es variable dependiendo de varios factores, como pueden ser la cantidad y calidad de chapuzas de que hayas adquirido con tu nueva casa, y de la paciencia que uno sea capaz de tener, empiezas a hablar con un vecino, con otro, con el de enfrente, …y te das cuenta de que todos estamos más o menos igual, con un poco más o un poco menos de suerte, pero todos igual, y es curioso como esa te causa un sensación de bienestar, he de reconocer que a mi me pasa, es como un placebo, es decir ¡no soy el único bobo de la urbanización!, mal de muchos…además en ese momento ya empiezas a coger fuerza para la batalla contra…, ufff son tantos… Además los “nuevos veteranos” te van poniendo al día de todo… en fin que bonito.
Es habitual ver discusiones acaloradas, unas veces con más y otras con menos razón, por la urbanización, y es que a veces se llevan las riñas quien menos culpa tiene, pero la debilidad del momento…
Y volvemos a nuestra época más rebelde, además porque nuestro entorno tambien está en su época más rebelde, ¡a por ellos!
Ahora llama usted a Prosegur. ¿Qué llame a quien? Que me he comprado yo en prosegur?
Ahora llama usted a los del aire ¿Qué me he comprado yo un aire acondicionado?
Ahora llama usted a Acerta
Ahora llama usted a…
¡VAYAN USTEDES A LA MIERDA!
Poco a poco y con el paso de los días, con la rutina, vamos aprendiendo a vivir en nuestro nuevo barrio, una nueva vida, unos días muy enfadados, otros días menos, con ganas de luchar, con ganas de vender.
Una pregunta que yo creo que se nos ha pasado a todos por la cabeza, entre noticias de BURBUJA INMOBILIARIA, TIPOS DE INTERES, EURIBOR, BANCO CENTRAL,…. Es ¿hemos elegido un buen momento?, ¿me habré equivocado?. Yo quiero pensar que es el momento y punto, siempre es buen momento para todo y mal momento para lo mismo, al final vamos a pensar que debe ser el prisma desde donde se observan las cosas. ¡y que remedio! Jejeje
Por último, una última reflexión, somos muchos, tenemos las mismos problemas, es cierto que a veces con deferentes criterios en cuanto a la forma de resolverlo, lógico, pero no debemos cejar en nuestro empeño, no desinflarnos y tenemos que tratar de hacer un frente común, en lo que podamos por supuesto.
Y por cierto bienvenidos a los nuevos vecinos de cada día…