¿Vigilancia o casa de acogida?
¿Cómo podemos solucionar el problema con la empresa de seguridad en nuestra comunidad?
1.846 lecturas | 16 respuestas
Buenos dias vecinos.
No se si seré yo o es que soy un intolerante o ya los tengo atravesados y cuando hacen algo me molesta, pero lo de ayer ya fué la gota que colmó el vaso de mi paciencia.
Ya está bien que unos señores que en teoría trabajan para nosotros (hablo por si alguien no se ha enterado de la "empresa de seguridad" que tenemos en la comunidad), esten viviendo y tengan secuestrado para ellos el cuarto del botiquin (que en realidad debería estar ocupado por las cosas del socorrista)o el cuarto de basuras que existe al lado del portal A, ya esta bien que algunos no tengan papeles, ya está bien que no cumplan con su horario de trabajo, ya está bien que no cambien las bolsas de basura de las papeleras, ya está bien que no limpien las zonas comunes, ya esta bien que no controlen a quien entra y quien sale de la urbanización, ya esta bien que lleven la uniformidad que les de la gana, pero de ahí a que un señor que en teoría termina su horario de trabajo a las 14:00 y hasta las 16:00 no se tenga que incorporar, lo termine a las 13:40, se acerque al metro, recoja a su "parienta", "amiga", "amante", "barragana" o lo que sea y se presente de nuevo en la urbanización con su tarterita de comida y por supuesto acompañado de su "lo que sea" y a la voz de "Con Gusto", salude a todo aquel propietario con el que se cruza y se encierre en el botiquin con su acompañante.
BASTA YA de caraduras, que no somos una ONG de acogida de trabajadores, que no estamos obligados a darles techo y a pagarles el alojamiento. El que algo quiere algo le cuesta y estos se conocen muy bien sus derechos pero de sus obligaciones ni saben ni quieren saber. Y no se te ocurra decirles nada, que encima se ofenden, te sueltan que les estás persiguiendo y/o acosando y que si tienes que decirles algo, se lo digas a su jefe, manda cojo..s.
A ver si llega septiembre y cambia algo en esta comunidad, por que estamos hasta el gorro.
Un abrazo comunitario