El problema del agua es y será terrible. Aparte del campo de golf, que regará con aguas de la depuradora, también estamos próximos a zonas de regadío, que riegan con aguas del Gállego. Ante la actual sequía los agricultores está que arden, y estos no piensan en regar con aguas depuradas.
Una noticia sacada de "Crónica del Bajo Gállego" dice que los regantes se sienten "víctimas de continuos engaños". Por ejemplo la administración ha desechado dos de las balsas de regulación fuera de cauce del Gállego, no muy lejos de El Saboyal. Una de ellas se situaba en el llamado Barranco de Racordín situado entre Leciñena, San Mateo y Zuera, que podría almacenar 39 hectómetros cúbicos, pero que se ha desechado por existir en el suelo subtratos yesíferos. Otros de los emplazamientos elegidos, en Val Pudrida y Val de Paradas (a 12 Km de El Saboyal), también localizadas en el mismo entorno que la anterior, "se han descartado por estar incluidas en una zona de ZEPA", apunta el alcalde de San Mateo, Jesús Villagrasa.
Desde luego sería fantástico que la urbanización dispusiera de dos circuitos de agua, uno para la boca y otro para el riego. Pero me temo que MartinsaFadesa no estará por la labor. En este tipo de macrourbanizaciones, Medio Ambiente debería exigirlo.