Añadiré otra cosa. Ahora mismo en Las Margas, a ls 12,45 horas, estamos a 4 grados sobre cero, y después de una noche en la que la mínima ha sido de 4,4 bajo cero. Dentro de casa se ha venido apagando la calefacción desde las 10 de la mañana, al entrar el sol a raudales desde las 9,15, y no nos abandonará hasta las 17 horas, cuando se esconda por el horizonte. En este momento, la temperatura dentro de casa es de 19,5 grados, se puede estar con un simple jersey y no es previsible que la calefacción se encienda hasta la 19 horas.
Como aparte de geógrafo soy natural y empadronado en Jaca, y sé perfectamente el clima que hace aquí, y el tiempo que se sufre en cada estación, y lo que influye la refracción de la marga azul del triásico muschelkalkiense, y lo que determina la evaporación potencial de la vegetación que cubre este espacio. Es por ello que nos hemos mirado muy bien qué comprar; y en Latas estamos desde el 30 de julio, en el sexto apartamento visitado, y después de haber visto cinco auténticas y extraordinarias orientaciones al Norte, con excelentes vistas al Pirineo, adquiribles tan solo por turistas accidentales, que desconocen totalmente que aquí hay inviernos que duran diez meses, y que una ventisca de nieve, como consecuencia de un frente ártico (que no frente polar), tus ventanas al Norte las puede cubrir el hielo.
Sólo una cosa más: un poblador aborigen de cualquier tiempo pasado, de buscar un emplazamiento para asentar su casa, jamás habría elegido este descampado, que es una corona, tormo, muela o páramo, por estar demasidado expuesto a los elementos. Aquí hay un período canicular en el que se pueden alcanzar los 35º centígrados, que va del 20 de junio al 5 de agosto, de acuerdo con los registros meteorológicos de la Estación de Jaca, que comienzan en 1875, con picos de hasta 41 grados, valor que se alcanzó en junio de 1982. Pero también hay otro crítico, que comienza en 10 de noviembre y termina el 22 de marzo, en los que, en cualquier fecha, se puede alcanzar los 12 grados bajo cero, con picos de hasta 24 grados bajo cero, como en febrero de 1984 o en febrero de 1956. En el invierno pasado los 12 bajo cero se alcanzaron en tres ocasiones. Es decir, que el período canicular es de 46 días, frente al invernal, que es de 132 días. Y el resto del año, como decía aquel pastor, puede hacer un tiempo u otro.
Querido amigo, futuro vecino, guíate por tu instinto y sopesa lo que buscas; y aquí no obvies la orientación de acuerdo con tus perspectivas. Y todo este rollo lo suelto porque me revienta este mundo de avispados en el que, con demasiada frecuencia, se suele acabar con muchos sueños y deseos (he visto planos hasta con la rosa de los vientos modificada). Y el sector inmobiliario en España se lleva la palma. No te importe mandar a freis espárragos a cualquier vendedor, como yo mismo hice la pasada primavera por estas urbanizaciones, puesto que no faltan los pisos-firgorífico, sobre todo de segunda mano, abandonados por ser dificilísimos de templar durante las 48 horas que duran los fines de semana invernales.
Un cordial saludo,
El Ogro, subido a la parra.