En cuanto se arreglan las cerraduras, los rateros vuelven y las rompen para deliquir con mas comodidad, como puede ser que un hecho tan repetitivo quede impune una y otra vez?por nuestra seguridad deberíamos entre todos colaborar y ser conscientes de que nadie estamos a salvo de ser objetivo de estos delincuentes que se pasean a sus anchas por nuestra parcela. Callarse y meterse en casa no sirve de nada, cualquier dia te buscan las cosquillas o te rompen la ventanilla del coche para encenderse un cigarro con tu mechero. Somos muchos y ellos unos pocos garbanzos negros que tenemos que erradicar, si se siente comodos, jamás se irán. Los que tendremos que emigrar seremos nosotros con nuestros hijos, nosotros que pagamos los impuestos con los que se construyen estas viviendas para que los que no han dado un palo al agua durante generaciones se rian de nuestro esfuerzo y no nos dejen vivir en paz. Si alguien ve algo, no debería callarse resignado, ni que fuera esto una ciudad sin ley.