Si antes era difícil que pagasen los arreglos de las zonas comunes, ahora es imposible. Los abogados nos comerán el coco para que sigamos intentándolo, pero solo conseguiremos engordarlos a ellos. Ni Tremón ni abogados, a ponernos las pilas y a arreglarlo nosotros. Si algo de bueno tiene esto es que nos puede hacer despertar a tiempo de tener la urbanización arreglada para este verano (eso si el administrador se lo toma en serio, una urbanización que empieza necesita dedicación, y si no puede con ella que deje a otros)