El director general de CCM es Presidente de TINSA
¿Quién es Ildefonso Ortega y cuál es su relación con la intervención de Caja Castilla-La Mancha?
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Ildefonso Ortega, director general de Caja Castilla-La Mancha (CCM), es a su vez presidente de Tinsa, la mayor tasadora inmobiliaria española. Entre otras, Tinsa ha valorado los activos inmobiliarios de CCM. Pese a su posición privilegiada, este directivo no ha sido capaz de evitar que la entidad asumiera los riesgos que la han llevado a la intervención por parte del Banco de España. A día de hoy, Ildefonso Ortega aún se mantiene en su puesto.
El pasado domingo, 29 de marzo, el supervisor acordó la sustitución del Consejo de Administración de la caja por los administradores Jorge Pérez-Cerdá Silvestre, Carlos Miguel Hervás Arnaez y Raúl Hernández Pardo. Según fuentes financieras, “en un caso de intervención, lo razonable es que en un primer momento se cese al consejo, para a continuación destituir al equipo directivo. Y esto no se ha hecho en el caso de Caja Castilla-La Mancha”.
Profesional de dilatada experiencia, especialmente en el seno de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), es descrito por representantes de su sector como un hombre técnicamente bien preparado y muy bien relacionado políticamente, especialmente en el PSOE. De trato agradable, mantiene una estupenda relación con todo el sector financiero y con el mundo empresarial.
“Exceso de posicionamiento en el sector inmobiliario”, según el Banco de España
Según el informe que el Banco de España emitió el pasado 28 de marzo, CCM “ha mantenido un elevado y rápido crecimiento de su actividad crediticia en los últimos años que ha basado en el sector inmobiliario y que ha financiado en los mercados mayoristas, lo que se ha traducido en importantes desequilibrios”. Desde el punto de vista de la gobernanza, para el Banco de España, la actuación ha sido deficiente: “El equipo directivo sobrevaloró el ciclo expansivo con un exceso de posicionamiento en el sector inmobiliario tanto a través de financiación directa como de participaciones en empresas de ese sector”.
Pese a su formación y a su ventaja competitiva en CCM como presidente de Tinsa, lo cierto es que Ildefonso Ortega, como la gran mayoría de los responsables políticos, económicos, financieros y empresariales de este país, no supieron o no quisieron ver y mucho menos transmitir los formidables desequilibrios que se estaban produciendo a cuenta de la burbuja inmobiliaria.
Es más, para Ildefonso Ortega, la burbuja inmobiliaria ni siquiera existía a la altura del verano de 2007, cuando estalló la crisis subprime en EEUU. En aquellas fechas, el presidente de Tinsa y director general de Caja Castilla-La Mancha ofreció en un desayuno ante los medios “una visión optimista del mercado inmobiliario español y castellano-manchego.
‘Campo de espuma’ en vez de burbuja inmobiliaria
En aquel desayuno, Ortega afirmó sin despeinarse que “el incremento de tipos y algunas afirmaciones sobre la especulación han tratado de pinchar una burbuja inmobiliaria que no existe”. Precisamente, la existencia o no de una supuesta burbuja inmobiliaria centró gran parte de su discurso, ya que a su juicio, más que burbuja inmobiliaria, existía “un campo de espuma”.
Como buen negacionista, se dedicó a criticar informes pesimistas que se publicaron, como el emitido por Deutsche Bank, que “auguraba que va a llegar el fin del mundo para la construcción” y puso como ejemplo que en Castilla-La Mancha había habido “aún más” solicitudes de préstamos hipotecarios en el primer trimestre del 2007 que en el último del 2006.
Respecto al famoso informe de Acuña que preveía que tres de cada cuatro empresas relacionadas con la construcción cerrarían sus puertas en los próximos cinco años, Ildefonso Ortega aseveró que “más bien será al revés: tres de cada cuatro sobrevivirán”. Y ante este panorama, ¿qué expectativas tiene el mercado inmobiliario español? A su juicio, sufrirá un aterrizaje suave, “que no se parecerá en nada al del año 1994”. Al menos, en algo no se equivocó.