Habría que limitar muchas cosas en la piscina. Incluso el número de invitados que puede bajar cada uno, porque hay veces que no me suena ni una cara. Si entra gente de fuera a lo mejor tenemos que ser nosotros mismos los que preguntemos de qué piso son para intentar que no pase.
En cuanto a lo del socorrista, sería interesante que alguien de la junta le recordara, a él o a su empresa, que está trabajando, y normalmente al trabajo no se lleva uno a la novia. He llegado a ver como dejaba sóla la piscina con tres niños dentro para irse a los vestuarios con ella durante unos minutos (!). En efecto, parece que está de vacaciones, pero nos cuesta una pasta.