Yo también pensé en lo de las ventanas translúcidas. Me parece una buena idea porque hacen la misma función que las lamas pero son mucho más prácticas: no se ve lo que hay dentro pero dejan pasar la luz (mucha más que las lamas) y eso es precisamente lo que queremos conseguir.
(Otra opción serían los cristales tipo espejo, que ya no son tan cantosos como antiguamente. Como reflejan bastante, no se ve tampoco lo de dentro). Ya iría por gustos. Y si no, un cristal normal, que muy antiestético no es si lo comparamos con nuestra flamante fachada. Je, je.