Pues nada, esta claro que todavía hay gente que no pone de su parte en la convivencia, hasta que ven a la policía en su puerta.
Si este es el método que funciona, pues habrá que utilizarlo, porque lo que no puede ser es que la decisión personal de un vecino, de tener un perrito en el porche a todas horas, nos amargue la existencia a los demás.
En los famosos dúplex amarillos tenemos el típico perrito pequeño, que ladra a media noche, al amanecer, los fines de semana, es decir, a todas horas.
Pues nada, habrá que tomar medidas.....