Expreso mi humilde opinión sobre la situación creada en esta urbanización por el irresponsable, insolidario y antisocial comportamiento, a mi juicio, de un grupo de propietarios que residen en la urbanización.
El problema se origina cuando una gran mayoría de los vecinos con derecho a voto NO asisten a las reuniones ordinarias de la comunidad. Se convocan siempre en segunda convocatoria, lo que implica que el número final de asistentes, por pequeño que sea, es capaz de aprobar acuerdos válidos, por muy estrafalario que sea el objeto de dichas votaciones, aunque ello suponga incremento de gasto en el presupuesto que pagamos todos o restricción de derechos del resto de vecinos.
Influye igualmente, el que se puedan llevar cualquier tipo de propuestas de gasto a estas reuniones sin que pasen una fase de filtrado y de información al resto de propietarios. Simplemente se incluyen en el orden del día y se aprueban por unos pocos, sin conocerse adecuadamente los costes, la utilización a la que está destinada, responsabilidades que pueda originar, etc. Además se permite incluso cambiar el sentido a las propuestas estipuladas en un principio en la orden del día a conveniencia de los asistentes finales a la reunión.
Hay constancia de la existencia de un grupo de residentes, a la vista de los acuerdos validados en las últimas reuniones, que pone de manifiesto el concierto anterior entre ellos para hacer y deshacer lo que les convenga sin tener en cuenta los derechos de los demás, a veces, simples caprichos que lo único que aportan es enfrentamiento y discordia en el seno de esta convivencia a la que estamos obligados por la situación de nuestro hogar familiar. Incluso, se han utilizado tácticas desleales y marrulleras, como solicitar a propietarios que no tienen interés en asistir a las reuniones, la delegación de su voto, para así conseguir las mayorías que satisfarán su insaciable sed de antojos.
A título de ejemplo, extraigo alguna conclusión de los acuerdos aprobados en la última reunión del pasado mes de junio:
INSTALACIÓN DE UN NUEVO BANCO Y UN NUEVO COLUMPIO: Se aprueba, por 31 votos a favor, 9 en contra, 7 abstenciones y 7 en blanco la reubicación de bancos. Dice el acta que por una mayoría del 80% al incrementar las abstenciones los votos mayoritarios. La instalación de nuevos columpios se aprueba con 27 votos favorables. Lo que no cuenta es que 31 votos favorables de 350 vecinos que somos, no supone más de un 8.5% del total de viviendas, a todas luces un porcentaje ínfimo para argumentar la grave trasgresión de derechos de los demás propietarios.
Se va a instalar una CAMA ELÁSTICA y algún otro columpio. Este capricho supone un gasto aproximado de 1300 €, para que únicamente sea utilizado por los hijos de un pequeño número de vecinos y que costeamos entre todos. Sobre este accesorio en particular, he de decir que su instalación no ha sido objeto de propuesta previa que se acompañe de su respectiva memoria que informe correctamente a los vecinos sobre su coste concreto o posibles responsabilidades para la comunidad en caso de accidentes cuando se utilice, por ejemplificar algo.
Aunque a la reunión se acudió con la idea de solicitar la colocación de un nuevo banco en la zona de columpios, finalmente, como la votación se pospuso al final, más allá de las 24:00 horas, se optó por cambiar de parecer, retirar varios BANCOS de zonas que según los vecinos que aguantaron al final no se utilizan correctamente y reubicarlos en la zona de columpios para satisfacer sus necesidades particulares. Con este acuerdo en particular, este grupo de vecinos, que son los mismos que han propulsado los otros pactos, se han adjudicado el poder de decidir que mobiliario ostenta un uso adecuado y cual no, según sus propios intereses claro. Han decidido que los bancos instalados junto a los portales B y H no son utilizados correctamente y deciden moverlos a su conveniencia sin tener en cuenta el uso que hacen los demás propietarios, cuando, además, se han propuesto alternativas como colocar bancos nuevos en el patio, que no suponen un incremento significativo en el coste que genera el movimiento y reubicación de los que ya están instalados. De esta forma, les queda más presupuesto libre para comprar camas elásticas y demás artilugios lúdicos. Dudo seriamente sobre la legalidad de esta medida, pues retrae derechos adquiridos a la compra del inmueble para satisfacción particular de unos pocos.
También es interesante mencionar la instalación, en los dos aseos comunitarios de la urbanización de sendos CAMBIADORES, para que las mamás que lo necesiten puedan cambiar los pañales a sus bebés cuando lo requieran. Un gasto innecesario, a mi juicio, cuando todos tienen su domicilio accesible en un par de minutos, con la comodidad y la rapidez que aportan los magníficos ascensores de los que se disponen. Este artilugio se suele ver instalado en centros comerciales, hoteles, etc., donde puede surgir la urgencia y no se tiene accesible el domicilio. Seguramente, pocas personas lo tengan instalado en su domicilio, pues el gasto que genera es considerable y para ello puede ser utilizada la cama u otros muebles habituales en el hogar. Me da que pensar, que los que solicitan la instalación de estos accesorios, lo hacen porque los costeamos entre todos, como se suele decir, “disparan con pólvora de rey”. Otros 1200 €, según creo, para incluir en el gasto ordinario que todos pagaremos religiosamente. Esto ni se ha llevado a la reunión para ser validado en acuerdo por votación… La reciente subida apreciada en los recibos de comunidad es un preludio de lo que nos espera como no se tomen cartas en este asunto.
A modo de conclusión, creo que se debería generar un debate que finalmente apruebe un proceso de aprobación de gastos con unas mínimas garantías para todos. De legalidad y de información, con un porcentaje de aceptación significativo entre todos los que lo costeamos. ¿Cuánto me va a costar? ¿Quién, cómo y cuándo lo utilizará? ¿Merece la pena? ¿Generará más conflictos que beneficios? ¿Es un simple capricho de unos pocos?...
Utilizo este medio de difusión para conocer opiniones de otros propietarios, ya que me resulta indignante la disposición que hacen de los bienes comunes de todos. Creo que este grupo de personas aprovecha el desinterés, desconocimiento, falta de tiempo o desmotivación que puedan tener el resto de propietarios, por los motivos que sean.
Tal y como están las cosas, ya saben, si desean que se instale un accesorio nuevo, se retire o se reubique alguno de los existentes, por el motivo que sea, no tienen más que aliarse con unos 20-25 vecinos aproximadamente. Ni siquiera es necesario que todos asistan a la reunión, simplemente le delegan su voto a uno de ellos y conseguirán hacer realidad sus caprichos e ilusiones.
Esperemos que algún día no se les ocurra cerrarnos la piscina, quitar la pista de pádel o alguna otra estupenda idea de este tipo.
Editado por ideal 07/10/2016 19:21