-La ventaja fundamental de quedarse con Caja Ávila consiste en no tener que pagar las cantidades relativas a la constitución de la hipoteca. (Tasación-Nota de Registro-Gestoría-IAJD) Lo más gravoso es el Impuesto Actos Jurídicos, que en Madrid supone un 1% del capital de la hipoteca. Para que os hagáis una idea estos gastos suponen para una hipoteca de 200.000 € en torno a los 4.000 €.
-Una opción es subrogarse al cabo de un tiempo a otra entidad, por lo que tendríamos que pagar ese 0,5% que establece Caja Ávila
-La opción más gravosa es hablar con Pinar para que anulen la Hipoteca de Caja Avila y tramitarla por tu cuenta con quien quieras,(Por Ley las promotoras están obligadas a entregar las viviendas libres de toda carga), por lo que tienes que afrontar todos los
gastos iniciales (Tasación, Gestoría, IAJD, Registro..)
Como dice Tanchi, Las diferencias en el diferencial suponen poca diferencia mes a mes, y en verdad puede ser más beneficioso a priori si se hacen números, el quedarse con Caja Ávila., pero hay que tener en cuenta que una hipoteca es un largo plazo de tiempo en el que hay que convivir con el banco y si luego tienes problemas en el servicio, las comisiones, la cobertura de oficinas, los cajeros, o no es de tu entera confianza, puede suponer un infierno más pronto que tarde.
Os envio un articulo de prensa en base a las Hipotecas establecidas por el promotor y los ahorros que supone.
Espero os sirva de Ayuda.
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La subrogación a la hipoteca del promotor es una de las posibilidades que tiene el potencial comprador de una vivienda. Ésta se ha convertido desde hace años en una práctica común que no está cambiando ni siquiera por la subida de los tipos de interés. El comprador sigue siendo en la mayoría de los casos fiel a la inmobiliaria y acepta las condiciones de su hipoteca. Así, es fácil encontrar promotoras que tienen en torno al 70% de los clientes subrogados a sus préstamos hipotecarios.
«Los promotores negocian las mejores condiciones posibles para ofrecérselas a los clientes y por ello resulta muy común que éstos se subroguen», asegura Guillermo Chicote, presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (Apce).
En el caso de que los tipos de interés sigan subiendo -una situación prevista por distintos analistas al menos hasta finales de año-, Chicote no cree que el panorama de las subrogaciones vaya a cambiar. «Los tipos suben para todos y si los promotores logran buenas condiciones en sus créditos ahora, también lo harán más adelante».
El promotor tiene la posibilidad de ofrecer la subrogación pero no puede obligar, según la ley vigente, a llevarla a cabo a sus clientes.
El ahorro
El comprador de una nueva vivienda se puede ahorrar una buena cantidad de dinero con la subrogación: los gastos de la constitución de la hipoteca (notaría, registro y gestoría). Igualmente podría evitarse hacer la tasación de la vivienda. Además, la subrogación está exenta del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD). En total, el ahorro puede ser de un 2% del importe de la vivienda.
«Aun así, hay gente que prefiere buscar una hipoteca por su cuenta y tiene que, además de pagar los gastos constitutivos, molestarse en los papeleos», añade Guillermo Chicote. También recuerda la obligatoriedad del pago, en este caso, del impuesto de AJD.
«Nos hemos encontrado con clientes que pertenecen a una entidad financiera, un banco o una caja, que encuentran mejores condiciones que las que ofrecen los promotores», apuntan en la Apce.
Fidelidad
«Entre el 65% y el 70% se suelen subrogar a los préstamos que ofrecemos», apuntan fuentes de Detinsa.
«El otro 30% o 35% está formado por clientes que mantienen la fidelidad a su banco y de personas que piensan que otra entidad les quiere captar y se genera en ellos desconfianza». «El resto», según las mismas fuentes, «está compuesto por jóvenes que tienen acceso a las buenas condiciones hipotecarias que hay para ellos en el mercado crediticio».
En Detinsa opinan que «la subida de los tipos no ha cambiado el porcentaje de subrogaciones».
En cualquier caso, a juicio de esta firma, «las condiciones que ofrezcan otras entidades tienen que ser muy buenas para que merezca la pena no subrogarse».
Por su parte, en la Federación de Consumidores en Acción (Facua) recomiendan a los usuarios que se informen bien «porque no es difícil encontrar mejores condiciones hipotecarias que las que ofrecen muchas promotoras», aseguran.
«Se dan muchos casos de queja porque algunas inmobiliarias tienden a presionar a sus clientes para que se subroguen. Por ejemplo, si se quieren cambiar a otra hipoteca les piden los gastos cuando ésa es una responsabilidad de las promotoras», señalan en la Facua.
Poca información
La escasa información inicial del cliente juega a favor de las subrogaciones. En la Facua recuerdan que «en las promotoras sólo pueden ofrecer su hipoteca, informar sobre ella, pero nada más».
«En la mayoría de los casos, el cliente se subroga al préstamo del promotor. Podríamos concluir que un 70% se subroga y un 30%, no», apunta Luis Pérez, director de Ventas de Nozar. Las razones son que «la mayoría de las veces es por comodidad o desconocimiento de la tramitación».
Desde su punto de vista, las condiciones que consigue una promotora son mejores que las de un particular. No obstante, «no es lo mismo que una promotora negocie el préstamo colectivamente sin que el banco conozca a los clientes que éstos se personen en el banco». En este caso, la entidad financiera puede lograr «la contratación de otros servicios, como seguros, planes de pensiones, domiciliación de la nómina, recibos, etc., y así darles mejores condiciones».
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