- Hace dos años, dos de esos perros de este vecino, se escaparon o los dejaron sueltos, entraron en la parcela de una vecina un poco más arriba de su misma calle y destrozaron a bocaos a un perrillo. Hay que dar gracias a Dios al menos de que fuera un perrillo y no un niño.
- Hace tres años, otro ataque, en la misma calle, intentaron morder a un vecino y a su hijo "recien nacido" cuando se metían en el coche, afortunadamente salió uno de sus perros que evitó lo peor, aunque al perro defensor le destrozó el lomo y una pata.
- Hay más... estas mismas bestias han amedrentado a vecinos de otras calles, osea que por lo visto campan a sus anchas, sobretodo, al parecer en verano.