Mi piso también estaba, en lineas generales, bastante bien. Evidentemente, hay fallitos en la pintura, arañazos en algunas puertas, un bidé sin sujección, una baldosa de un baño ligeramente cascada, una de las bañeras con un desconchón impresionante... Pero, vamos, ningún fallo estructural destacable. Por otro lado, todos los que entramos en el bloque teníamos una cara de ilusión impresionante, quizá porque sabemos que ya falta muy poco. No nos dejaron ver los garages y los trasteros porque aún están sin terminar, pero aún así la visita fue muy grata. Ah, y la rugiente M-40, que tanto nos asustaba, tampoco es para tanto (las ventanas aíslan muy bien y nuestro portal es el más alejado de tan tremebunda autopista). En definitiva, fue una visita muy agradable, con mucha ilusión.