Los médicos temen destinar pacientes al Zendal mientras empresas privadas se adjudican contratos millonarios
Después de un mes de su inauguración, los pacientes tienen reticencias a ser derivados al hospital de pandemias de la Comunidad de Madrid, y se hacen valer de su derecho para negarse a ello. Al mismo tiempo, importantes empresas hacen negocio con el "almacén" de pacientes al recibir adjudicaciones millonarias.
GUILLERMO MARTÍNEZ @Guille8Martínez
El Hospital Enfermera Isabel Zendal no deja de cosechar sobrecostes. La última actualización ya alcanza los 135 millones de euros, triplicando la cantidad presupuestada. Lo que en un principio podría servir como almacén de la vacuna contra el coronavirus para todo el país, tal y como anunció Isabel Díaz Ayuso, terminó por no ser suficiente siquiera para guardar las dosis de la Comunidad de Madrid, pues su distribución ha sido adjudicada a una empresa privada, tal y como confirmó el propio Consejero de Sanidad, Enrique Ruíz Escudero, que aunque no aportó el nombre de la compañía algunas informaciones al respecto apuntan al Grupo Logista.
Sea como fuere, el hospital fue confeccionado como un reservorio de los pacientes menos graves de Covid, o un "almacén" de enfermos, tal y como lo describen algunos profesionales. Inaugurado el 1 de diciembre en medio de un despliegue mediático que también pudo observar las quejas de sanitarios y usuarios por la apertura de este centro hospitalario, a día 30 de diciembre tan solo se encuentran 77 personas ingresadas en sus instalaciones, de las cuales cinco están en la UCI, según datos de la Comunidad de Madrid. Estas mismas fuentes aseguran que el número de profesionales en el Zendal asciende a los 611, de los que 504 son sanitarios y 107 de servicios, sin especificar cuántos de estos traslados han sido forzosos y cuántos otros voluntarios.
Aún quedan por determinar las calidades del nuevo hospital, pues no han sido pocas las voces que se han mostrado en contra del Zendal, tanto por la falta de quirófanos, necesarios si se complica cualquier otra patología que pueda tener un paciente Covid, como por la nula intimidad entre los ingresados y la mínima existencia de aseos. La Mesa en defensa de la sanidad pública (MEDSP) advierte "con claridad que el hospital no reúne las condiciones". Así se explican: "Lo hacemos para que los madrileños puedan decidir con máximo conocimiento si les quieren trasladar a este hospital de artificio". Y continúan: "Sabemos fehacientemente que el Hospital Isabel Zendal, innecesariamente construido, no reúne condiciones en recursos humanos ni técnicos suficientes para lo que se pretende, además de carecer de privacidad para el paciente, así como de seguridad para su aislamiento, de ser necesaria. Se observa sólo viendo el modelo tipo feria que se evidencia. Está claro que tiene deficiencias de humanización para los pacientes".
Los pacientes se pueden negar al traslado
Con estas premisas, parecería normal que cualquier paciente al que le dijeran que va a ser trasladado al Zendal se quisiera negar, y es importante saber que puede hacerlo, pues si no sería destinado a un complejo hospitalario en el que no se pueden realizar ni siquiera analíticas. La normativa recoge que cualquier usuario tiene derecho a ser atendido en el hospital en el que se encuentre, todo ello regulado en el Decreto 51/2010 de 29 de junio, que trata el ejercicio de la libre elección por el paciente del hospital y médico de atención especializada que prefiera.
Por otra parte, tal y como recoge la Guía de actuación de contingencia. Sección de urgencias. Comités de emergencia en hospitales, los pacientes que sufren Covid pueden ser catalogados en diferentes niveles, atendiendo a las necesidades de cuidados que puedan precisar. De esta forma, aquellos ubicados en el nivel 4 son los que "inicial e idealmente" se configurar como "candidatos" al traslado al Zendal.
¿Cuáles son las características de los pacientes de este nivel? Según el documento, "pacientes que presentan bajo riesgo para ingreso en la UCI por estabilidad clínica, al margen de las alteraciones analíticas y/o radiológicas". En ese sentido, dos subgrupos se enmarcan dentro del nivel: aquellos pacientes con buena saturación basal, y aquellos que tienen una enfermedad terminal de órgano y una expectativa de vida inferior a un año.
El propio documento especifica los criterios de derivación que debe cumplir el paciente: ser mayor de edad; diagnosticado por infección de SARS-CoV-2 mediante PCR y test de antígenos; constancia de la indicación de ingreso hospitalario; encontrarse en el nivel 4, anteriormente explicado; ser autónomo para el aseo y baño; no padecer delirium en el momento del ingreso; tampoco la necesidad de algún tipo de aislamiento respiratorio o de contacto por gérmenes distintos al Covid, como puede ser la tuberculosis; y no encontrarse en un periodo de gestación.
El hospital sin poder atender a un paciente que empeora
Pero la realidad parece ser otra. Charo Alonso, administrativa de admisión de urgencias en el hospital Gregorio Marañón, confirma que los traslados al Zendal desde los hospitales se realizan "casi por compromiso". "El Zendal nos avisa todos los días del espacio que tienen para pacientes de nuestro hospital, y da la sensación de que hay que buscar a pacientes obligatoriamente que puedan ir para allá, pero no es fácil porque casi todos los nuevos ingresos están en la UCI", explica a este medio. En el caso del hospital en el que presta servicio, tan solo uno o dos enfermos de Covid son destinados al Zendal de manera diaria, "aunque los médicos tienen reticencias porque son pacientes que pueden estar estables y en poco tiempo empeorar, así que no se arriesgan a llevarlos", añade.
Tal y como denuncian desde la MEDSP, "las condiciones de este hospital no sirven en ningún caso no sólo para los pacientes graves, sino para los que se puedan agravar estando en él, pues tendrían que ser enviados por vía de urgencia a otros". Y así sucedió: el 22 de diciembre un paciente hospitalizado en el Zendal tuvo que ser derivado al Gregorio Marañón ya que su estado empeoraba. El colectivo en defensa de la sanidad pública alega al respecto que "van poniendo las alfombras, como en las ferias, al paso de los que van llegando; es una gestión aberrante y peligrosa".
La Comunidad de Madrid reconoce ahora retrasos y sobrecostes en el Zendal
Alma Blanco, enfermera en la UCI del Hospital 12 de Octubre, afirma a Público que no conoce a nadie que esté contento con el Zendal, de ninguna área médica, especifica. "Hay una idea de rechazo al hospital, pero también de resignación, porque otra vez han construido para favorecer a sus amigos empresarios, por lo que los ánimos son de indignación y rechazo absoluto. Es importante valorar esto porque con los anteriores hospitales construidos por Esperanza Aguirre, que al final acabaron siendo de gestión privada, el ambiente entre la ciudadanía era positivo porque sí eran necesarios, no como el Zendal", en sus propios términos.
Las empresas privadas: contratos millonarios
"Tenemos claro que lo único que han hecho es negocio con las empresas privadas, y además nos duele especialmente que se haya utilizado algo tan doloroso para nosotras, que hemos pasado y seguimos pasando la pandemia trabajando en un hospital. No es algo con lo que jugar. Aquí se ha muerto mucha gente", afirma Blanco. Esta enfermera, que alude a la contratación de servicios privados en un hospital que tildan de "innecesario", conoce bien lo que se esconde detrás de este tipo de construcciones.
Un repaso rápido deja cuatro grandes nombres propios de empresas que se beneficiarán del Zendal. La Comunidad de Madrid adjudicó a Ferrovial el mantenimiento del centro hospitalario sin concurso público y por 1.125.212 euros que recibirá la compañía por prestar sus servicios durante seis meses, pues el 5 de mayo de 2021 se extingue la concesión. Naturgy se hará cargo del suministro eléctrico del hospital de pandemias, tal y como llaman al Zendal, hasta agosto de 2021, aunque ninguna de las partes, ni Comunidad de Madrid ni la empresa eléctrica, han declarado de cuánto dinero se trata.
Ferrovial, Naturgy o Informática El Corte Inglés son algunas de las empresas que han sacado tajada del hospital Zendal
Informática El Corte Inglés también ha sacado su tajada. Esta empresa es la encargada de poner en marcha el sistema informático del Zendal. Los contratos, negociados sin publicidad, han sido "firmados con la división de Groupe Français d'Informatique (Gfi), que se encuentra ubicada en la misma sede del grupo de grandes almacenes", afirman en La Información. Según recoge el Gobierno de la Comunidad de Madrid en su portal de contratación pública, los acuerdos recogen la instalación de un "contact center" y todo el sistema informático del complejo hospitalario. La dotación, instalación y configuración de la electrónica de red del hospital de pandemias ha costado a la Comunidad 1.188.088 euros. La instalación del "contact center" que aglutinará a 120 trabajadores, se sitúa en los 323.310 euros. En total, un millón y medio de euros de dinero público que ha ido a parar a Informática El Corte Inglés.
Esta gran cadena de almacenes ya tenía en su haber algunas excepciones por parte del Ejecutivo regional que le beneficiaban. Así quedó comprobado cuando el confinamiento perimetral afectó al área de salud de General Moscardó, en el barrio de Tetuán. El área en el que se restringía la movilidad afectaba a El Corte Inglés de Nuevos Ministerios, por lo que el Gobierno de la Comunidad de Madrid matizó el alcance de estas zonas en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Pero no era la primera vez que ocurría. El Corte Inglés ubicado en Sanchinarro tampoco fue incluido en el área confinada que le correspondía ya que el centro comercial está lejos del núcleo poblacional.
“Los pacientes leves de marzo son los graves de ahora”
Blanco, por su parte, advierte: "Ruiz Escudero decía que sobraba personal porque la situación en los hospitales está mejor, pero que no se engañe porque solo estamos atendiendo a pacientes Covid. Nunca se ha llegado a retomar la actividad natural del hospital. Aunque es verdad que se ha reducido el número de pacientes en la UCI, no estamos tratando ninguna otra patología. Lo que ha pasado es que ha bajado la carga en la UCI porque no atendemos a las personas que lo necesitan y están engrosando unas listas de espera infinitas".
Esta misma enfermera es quien pone punto y final al relato al alegar que "hay gente que en marzo tenía un bultito en el pecho, no se le atendió como es debido, y ahora ha desarrollado un cáncer metastásico. Los pacientes leves de marzo ahora son graves, incluso hay gente que ha llegado a morir, como le ocurrió a un hombre que necesitaba un bypass, no se le puso por la saturación que teníamos y falleció de forma fulminante por un infarto".