Pongamos que hablo de Madrid
- Las cortinas de humo de la CAM se han hecho más ‘mainstream’ que un abrigo de Zara y espero que todos hayamos comprendido que cuando IDA dice alguna barbaridad es solo para despistar y para tapar la anterior
Elisa Mora Andrade 5/01/2021
Las medidas de Ayuso
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Sabina fue un visionario: “Los pájaros visitan al psiquiatra, las estrellas se olvidan de salir, la muerte pasa en ambulancias blancas, pongamos que hablo de Madrid”.
Ha llegado la vacuna. Ahora que está aquí y que hemos leído tanto sobre ella es como si hubiese perdido importancia. Es como eso que se dice de que solo te das cuenta de lo importante que es algo cuando dejas de tenerlo.
Parece que algunos de nuestros dirigentes han olvidado lo que supone tener la vacuna en nuestras manos. En realidad no; parece que algunos de nuestros dirigentes se han dado cuenta de que la pandemia es otra cosa más con la que se puede hacer campaña y, si de paso les cae algo de pasta a los amiguetes, pues mejor que mejor.
Mientras el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pilla ideas del baile del alcalde Almeida para estar a la altura de Miquel Iceta e igualarlo en el arranque de las elecciones catalanas al son de Freddy Mercury, España solo ha puesto el 18% de las vacunas recibidas. Madrid va la última en la cola: ha administrado solo el 6%.
Hace unos días, la presidenta de la Comunidad de Madrid pedía al Gobierno más vacunas porque el número que tenían era “realmente bajo”. ¿Para qué? Nadie lo sabe.
La vacunación en Madrid va tan lenta porque ha habido muchos festivos y el personal está de vacaciones, alegan. Poco después, el consejero de Sanidad de Madrid ha pronunciado en TVE la fórmula mágica del Partido Popular: “Uno tiene que utilizar todos los recursos que sean necesarios para poder administrar la vacuna, recursos tanto públicos y privados, en el caso de que sean necesarios”. Sorry not sorry.
En realidad, en el momento en el que Ruiz Escudero pronunciaba el abracadabra del PP, la CAM ya había subcontratado a una entidad privada (esta vez le ha tocado a Cruz Roja) por 130.000 euros al mes. Para qué esperar, ¿verdad?
Me temo que el nuevo estadio Bernabéu va a estar listo antes que el Zendal milagro y que Florentino himself va a proponerlo como espacio de vacunación masiva, ante lo que Ayuso dirá su frase favorita: “¡Viva la colaboración público privada!”.
A estas alturas de la película sabemos: 1) Que Madrid recibió 3.346 millones del fondo Covid (con los que han financiado las becas universitarias). 2) Que se ha gastado 135 millones (el triple de lo presupuestado inicialmente) en construir un hospital que solo es útil porque está a 10 minutos en ambulancia de otro hospital. 3) Que, después de ofrecerlo como almacén de vacunas, ha contratado a una empresa privada para guardar el material de Pfizer; y 4) Que han sido los primerísimos en adjudicar un contrato a dedo para reforzar la campaña de vacunación.
Golazo.
En estos meses las cortinas de humo de la CAM se han hecho más mainstream que un abrigo de Zara y espero que todos hayamos comprendido que cuando IDA dice alguna barbaridad es solo para despistar y para tapar la anterior.
Para olvidar que, si seguimos a este ritmo, en 30 años habrán vacunado al 50% de la población madrileña, esta vez la señora Ayuso ha decidido recurrir al pantalón vaquero: hablar del “ministro a la fuga” y decir que esto tiene que organizarlo el gobierno central porque es un problema nacional . La verdad, yo personalmente me quedaría más tranquila.
Que en esta semana el gobierno MAD no haya mostrado ninguna responsabilidad ni ningún interés en organizar la salida de la pandemia ni haya contratando personal en los centros de salud y en los hospitales públicos para vacunar 24/7 y salir cuanto antes de esta distopía, y haya recurrido a toda prisa y una vez más a la privatización, me resulta tan incomprensible como que alguien esté pensando en volver a votar a esta señora. Y todavía dirán (y otros repetirán) que era una situación de emergencia que había que solucionar rápidamente y que el sector privado lo ha hecho posible en pocos días. Gracias, sector privado.
¿Por qué estos señores desprecian todo lo público? ¿Tan poco aprecio le tienen a nuestro Estado de Bienestar?
Por cierto, aunque sean pocos y tengan ya la cabeza en Cataluña, los señores Ciudadaners tendrían que plantearse seriamente tomar cartas en el asunto. Ha llegado la vacuna y eso es una buena noticia, pero una vez más han permitido que se convierta en otro disparate clientelar de la señora Ayuso.